El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha anunciado hoy que el Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) en España incluirá una ayuda asociada para el olivar tradicional, fórmula que según ha explicado es la “mejor solución” para atender las necesidades particulares de este tipo de cultivo porque encaja con los nuevos reglamentos europeos y permite su concesión de manera directa al agricultor, reduciendo las cargas administrativas.
El ministro ha explicado que la propuesta de un programa sectorial para el olivar tradicional, que se recogía inicialmente en el documento del plan estratégico enviado el pasado diciembre a Bruselas, de acuerdo con la normativa comunitaria, supondría una complejidad excesiva para los productores. Por ello se han buscado fórmulas alternativas, y la ayuda asociada vinculada al olivar tradicional es la más idónea. “Estoy muy contento de que podamos encontrar este punto de encuentro con la Comisión, en línea con lo solicitado por las organizaciones agrarias y algunas comunidades autónomas”, ha afirmado.
Planas ha insistido en que el olivar tradicional necesita de apoyos específicos para su supervivencia, ya que por sus particulares condiciones tiene unos costes de producción muy superiores al resto del sector. El ministro ha insistido en que la nueva PAC va a suponer una “oportunidad excelente” para el sector olivarero, con un reparto de las ayudas mejor distribuido. Ha hecho mención a los ecoesqeuemas en los que el olivar tradicional en pendiente recibirá una ayuda adicional superior.
El ministro ha inaugurado la XXI edición de la Feria del Olivo de Montoro, uno de los certámenes más importantes del sector que no se celebraba desde hace cuatro años como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 –es una feria de carácter bienal-, que en esta ocasión está dedicada a la digitalización. La apuesta por la innovación y la digitalización es vital, según el ministro, para la competitividad y sostenibilidad del sector olivarero y brinda un futuro prometedor.
Planas ha señalado que la que la agricultura de precisión está ya implantada en buena parte del sector oleícola, con la utilización de tecnologías como drones, información satelital o telegestión de los cultivos y sistemas de producción y que ha permitido, entre otros logros, mejorar el sistema de trazabilidad y la calidad de los productos, pero ha señalado que aún hay mucho camino por recorrer en la innovación, que abre alternativas impensables hace años.
La digitalización y la aplicación de tecnologías y medidas innovadoras en el tratamiento y gestión de la información permiten incrementar la eficiencia técnica, económica y ambiental de cada proceso, ha destacado el ministro. Así se ha referido por ejemplo a las almazaras 4.0 como un modelo en el que todo está conectado, desde la entrada de la aceituna hasta el contenido graso de los orujos o los consumos de agua y electricidad; y que está basado en la información y el tratamiento de datos que tienen que ser correctamente seleccionados, capturados, elaborados y contextualizados y que implica a todo el personal a lo largo de la cadena de producción.
APOYO DEL GOBIERNO
El ministro ha detallado algunos de los instrumentos de apoyo puestos en marcha por el Gobierno para apoyar e impulsar estos procesos de innovación y que reflejan el indudable compromiso de éste con un sector de gran tradición y que es señero en la producción agraria española. Ha destacado que la digitalización y la innovación son objetivos transversales de la nueva Política Agraria Común (PAC), en la que se aumenta hasta 75 millones de euros la dotación para apoyar proyectos innovadores de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri).
Actualmente está abierta la cuarta convocatoria de ayudas a la ejecución de proyectos innovadores con fondos Next Generation de la Unión Europea (UE) con una dotación de 12,15 millones de euros. El II Plan de Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario y del Medio Rural, incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), está dotado con 38 millones de euros
El ministro ha señalado que como primer productor y exportador mundial de aceite de oliva, en España tenemos la enorme responsabilidad de defender, cuidar y promover la calidad de las producciones. Ha enfatizado que el aceite de oliva es la grasa vegetal con mayor excelencia, tanto por su calidad como por sus valores nutricionales, y que debido a sus efectos beneficiosos se prevé que la demanda mundial siga en constante crecimiento. Ante ello, ha dicho, el sector debe apostar por la diferenciación y la excelencia del producto.
Entre los valores de futuro del olivar, Luis Planas ha destacado su importancia en la protección y conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. El olivo es un cultivo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, aumenta la captura de carbono y ayuda a reducir la erosión y a frenar la desertificación, ha explicado.
Además, ha asegurado que el olivar ofrece un enorme potencial en el desarrollo de una economía circular y que gracias a la innovación y a la aplicación de tecnología se ha conseguido producir energía a partir de la biomasa de los restos de poda y orujillos, procesos que recibirán un impulso económico con una línea específica dentro del PRTR y que ya cuentan también con un apoyo normativo a iniciativa del Gobierno para el reconocimiento del orujo de aceite de oliva como subproducto para la elaboración de aceite de orujo de oliva y el hueso de aceituna como biomasa para la producción de energía.
DATOS DEL SECTOR
El sector del olivar desempeña un papel esencial en la actividad agroalimentaria, con 2,77 millones de hectáreas de superficie representa el 15 % del total de las tierras de cultivo. España concentra el 70 % de la producción de aceite de oliva de la Unión Europea y el 46 % del total mundial. La producción de la campaña 2021-22 alcanza ya 1.490.000 toneladas, por encima de las estimaciones iniciales que la situaban en torno a 1,3 millones de toneladas y con un volumen de comercialización superior a la media de las últimas cuatro campañas.
El cultivo del olivar representa además un factor esencial de dinamización económica en el medio rural en importantes zonas y favorece el asentamiento de la población, especialmente en Andalucía, que concentra el 80 % de la producción nacional de aceite de oliva. Unos 350.000 agricultores españoles se dedican al cultivo del olivar, que genera 32 millones de jornales anuales.
España es también el primer exportador de aceite de oliva, con un volumen de ventas que en el año 2021 superó los 3.200 millones de euros, con una balanza favorable de 2.700 millones de euros.
Fuente. MAPA