Han cambiado Zaragoza por este territorio mudéjar para hacer sus prácticas y “difundir este patrimonio que no es nada lejano ni está en un lugar recóndito, sino que está muy próximo a donde desarrollamos nuestra vida del día a día”, según explica Miguel.
Victoria Trasobares, directora de Territorio Mudéjar, destaca la importancia de trabajar para el entorno rural desde el territorio rural. “Supone poder definir a un profesional que puede vivir, puede trabajar y puede desarrollar su vida en el ámbito rural”, asegura.
Ambos jóvenes han pasado el verano aquí, pero ahora vienen algunos días en semana para seguir desarrollando proyectos. “La gente es maravillosa, es súper maja y nos sentimos integrados perfectamente en el pueblo“, destaca Alfredo.
En el pueblo prenden sobre su gente y los oficios y, ante la posibilidad de empleo real, se plantean venir a vivir aquí. “Que venga cuanta más gente y que se queden a vivir en nuestros pueblos que son muy bonitos y están muy bien”, anima Manuel Cartagena, herrero de Tobed.
Lo llaman el ‘Eramus rural’, pero los destinos no son Londres ni París o Bruselas, sino municipios como este, en el que tratan de mirar al futuro, sin perder la esencia de lo que son.
Es precisamente lo que ha venido a hacer Javier, arquitecto con una beca de investigación “para poder desarrollar o potenciar actividades económicas que mantengan el carácter y la esencia, que sean compatibles con esta forma de vida que es parte de la identidad de todos”, precisa.
Así, los jóvenes miran a este futuro rural, que puede convertirse en su próxima oficina.