En esta legislatura del Parlamento Europeo, que ya está finalizando, se han desarrollado importantes debates y documentos de diferente índole, sobre el futuro de las zonas rurales en la UE. La última Reforma de la PAC entró en vigor el 1 de enero de 2023, dos años más tarde de lo inicialmente previsto, y dentro de ella los cambios del segundo pilar de la política agrícola y el desarrollo del programa LEADER han mantenido el statu quo.

Además de todo ello, la Comisión Europea ha promovido un importante debate con opiniones del Consejo y del Parlamento Europeo sobre la Visión a largo Plazo de las zonas rurales de la UE hasta 2040. Junto a esto se ha propuesto un Pacto Rural y un Plan de Acción Rural de la UE con iniciativas emblemáticas concretas y nuevas herramientas que contribuirán a alcanzar los objetivos de esta visión.

En mi opinión, todas estas iniciativas introducen algunas novedades importantes en el debate sobre las zonas rurales y la necesidad de adoptar medidas europeas que impidan su despoblación, entre ellas el establecer un horizonte temporal para las diversas actuaciones, como es el 2040 y así poder evaluar los avances que se pudieran lograr.

Rural proofing y el nuevo observatorio rural

Otras cuestiones relevantes son el denominado “Rural Proofing”, que sería una mirada desde la ruralidad para revisar todas aquellas acciones políticas para que se ajusten a las demandas reales de las sociedades rurales; O el “nuevo observatorio rural”, y una “nueva definición de zonas rurales funcionales” que contribuyan a mejorar los conocimientos y los datos sobre estas zonas.

Evitar la brecha económica y social entre los territorios rurales y urbanos

La Unión Europea lleva décadas trabajando para evitar la brecha económica y social entre los territorios rurales y los urbanos, a través de políticas europeas apoyadas con los llamados fondos estructurales y de inversión, apoyando a la actividad agraria a través de la PAC, con dos fondos importantes FEAGA y FEADER, el Fondo Europeo Marítimo, Pesquero y Acuícola (FEMPA) y el Fondo de Cohesión. Estos son algunos de los principales programas presupuestarios con medidas que inciden en la población y en los territorios rurales. Sin embargo, hay que reconocer que nuestros pueblos se han ido despoblando en la mayoría de los territorios rurales europeos, ocasionando una profunda preocupación política y social sobre el vaciamiento poblacional y la pérdida de atractivo de las zonas rurales europeas, huyendo de ellas, en primer lugar, los jóvenes y especialmente las mujeres jóvenes.

A pesar de tanta inversión y apoyo público de las últimas décadas, no se han obtenido los objetivos políticos que se pretendían, de ahí la oportunidad de abrir un nuevo debate social y abordar estos problemas con nuevos enfoques que traen estas tres nuevas iniciativas de la Comisión Europea, ya mencionadas. Aunque yo diría claramente que hemos fracasado en las acciones y medidas europeas para evitar la brecha rural/urbana, que conlleva la desigualdad entre territorios y personas y también el abandono de los territorios rurales, en mi opinión claro está, si hay un programa europeo que ha dado luz y ha tenido un gran interés en estas zonas es el Programa Leader, con la creación de los Grupos de Acción Local y con una toma de decisiones de abajo hacia arriba.

LEADER ha obtenido grandes y positivos resultados

Después de más de treinta años en funcionamiento, este programa LEADER que suscita, dentro de la PAC con un reducidísimo presupuesto, importantes trabas políticas impuestas por algunos gobiernos regionales (o Comunidades Autónomas, en el caso de España), sí ha obtenido grandes y positivos resultados en la mayoría de las zonas rurales donde se están desarrollando sus programas y medidas.

Por ello, me gustaría finalizar este artículo reconociendo el importante papel que han tenido los Grupos de Acción Local y el programa europeo LEADER, y que deben seguir teniéndolo.

Además, espero que estas nuevas iniciativas sirvan para hacer girar la política europea de nuestros pueblos y zonas rurales hacia un futuro esperanzador consiguiendo evitar la brecha social, económica y digital, igualando los derechos y el acceso a unos servicios públicos de calidad de la sociedad rural con respecto a las zonas urbanas en la UE.

Artículo publicado en la Memoria 30º Aniversario de ARA