El pasado lunes se celebró una reunión convocada por el GDR Altiplano de Granada en Baza para dar una respuesta desde el territorio a los proyectos anunciados por parte de la Junta de Andalucía de construir unos pozos de emergencia en el municipio de Alcóntar, así como a la posibilidad anunciada de que se reactivase de manera provisional el trasvase Negratín-Almanzora, suspendido en este momento por el bajo nivel de agua embalsada.
En la reunión estuvieron presentes los ayuntamientos de Baza, Benamaurel, Caniles, Castril, Freila y Cúllar, la Mancomunidad de Baza, la Asociación AGAPRO, la asociación de empresarios de Huéscar, cooperativas agroalimentarias de Granada, la plataforma en defensa del río Castril, la Plataforma en defensa del agua del Almanzora, la plataforma protección del Guadiana Menor.
En dicha reunión se puso de manifiesto una total unidad en las comarcas de Baza y Huéscar y una frontal oposición a que se construyan los pozos de emergencia en Alcóntar y a que se reactive el trasvase Negratín-Almanzora. Tanto ayuntamientos, mancomunidades y entidades privadas y asociativas del territorio muestran su unidad en la defensa de un uso sostenible del agua, y en la defensa de los intereses de estas comarcas ante la presión insaciable de un modelo productivo insostenible que demanda cada vez más agua, saltándose incluso la legalidad para conseguirla.
En este sentido, desde las comarcas de Baza y Huéscar no se entiende que haya problemas de abastecimiento en algunos municipios almerienses que se abastecen con el trasvase, ya que en lo que va de año se han trasvasado 6,5 hm3 desde el Negratín para uso como abastecimiento, una cantidad de agua que daría para suministrar a 70.000 habitantes durante todo un año.
En este sentido, desde el territorio se van a poner en marcha consultas a las distintas administraciones para aclarar el uso que se le está dando al agua que sale del Negratín a través del trasvase, porque es incomprensible que se hayan trasvasado 46 hm3 en total para regadío y abastecimiento durante 2019, y no se hayan hecho las previsiones necesarias para abastecer a los núcleos urbanos, priorizando a la agricultura antes que al abastecimiento humano.
Además, se pide tanto desde las comarcas de Baza y Huéscar como desde el Almanzora que se estudien, si fuera necesario, otras alternativas como la puesta en marcha de la desaladora conectada directamente con la localidad de Albox, o que se traten las aguas de los pozos existentes en las localidades que tienen problemas para que el agua sea apta para el consumo.
Todas las entidades mostraron su preocupación por el proyecto de los pozos de emergencia de Alcóntar, localidad almeriense situada justo en el límite de la provincia de Granada. La extracción de agua de estos pozos afectaría a los acuíferos de los municipios más cercanos, sobre todo Baza y Caniles, sin una justificación de declaración de sequía extrema que daría cobertura legal a esta actuación.
Los acuíferos de la zona están al límite de la sobreexplotación, y actuaciones como la de estos “macro-pozos”, con una capacidad de extracción de hasta 5 hm3, pondrían el peligro el frágil equilibrio en que se encuentras las aguas subterráneas de este territorio.
Igualmente se manifiesta un posicionamiento totalmente contrario a la reactivación del trasvase Negratín-Almanzora. Hay que recordar que la ley que regula el trasvase dice tajantemente que no se puede trasvasar agua cuando el nivel de agua embalsada del Negratín está por debajo de los 210 hm3 o el sistema de regulación general del Guadalquivir está por debajo del 30%. Actualmente, el pantano tiene embalsados 195 hm3 y el sistema de regulación general está en el 28,64 %, por lo que no se cumplen ninguna de las condiciones legales para reactivar el trasvase.
Además, no se entiende que en previsión de restricciones al uso del agua del Negratín para el próximo año, se intente esquilmar este recurso por una mala planificación o un mal uso del agua en los gestores del agua del trasvase.
Hay que recordar también que desde el 16 de agosto hasta el 1 de octubre se siguió trasvasando agua hacia Almanzora a pesar de que el agua embalsada en el Negratín bajó de los 210 hm3, gracias a la cesión de derechos de otras comunidades de regantes del bajo Gualdalquivir. Este punto está siendo estudiado para comprobar la legalidad de la cesión de derechos en este caso, que podría incumplir la Ley de Aguas.
En definitiva, las comarcas de Baza y Huéscar demandan transparencia absoluta en el agua que sale del territorio. Un territorio que ve cómo el agua se va hacia otras zonas, mientras todavía están pendientes de ejecutar los riegos prometidos hace tres décadas para miles de agricultores. Un territorio que quiere proteger, además, su entorno y los valores medioambientales de sus ríos y acuíferos para las generaciones futuras.