En la próxima década 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación, lo que a nivel supone que 202.000 activos dejarán de serlo en el periodo 2020-2030.

Si el agro quiere seguir produciendo necesitará incorporar a 20.000 nuevos agricultores cada año para garantizar un relevo generacional sostenible. Actualmente, sólo llegan a trabajar al sector agrario en torno a las 8.500 personas, una cifra “que no asegura la viabilidad de un modelo social y profesional de agricultura”, según Miguel Blanco, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

Para cambiar este rumbo, el máximo responsable de COAG ha acudido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a presentar una campaña (#SomosNuestraTierra) para facilitar la incorporación de jóvenes al sector y mejorar la denostada imagen social de la agricultura como profesión. 

El medio rural, “el sustrato de nuestro país”, necesita apostar por la formación, la tecnología, la sostenibilidad y la viabilidad”, ha añadido el coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG, Marcos Garcés, quien se ha referido al “patrimonio agrícola de valor incalculable” que existe en España.

Ayer, viajaron a Bruselas representantes de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) para exigir medidas para que la Política Agraria Común (PAC) contribuya a lograr la igualdad de género en el campo. Lograrlo sumaría activos al sector.

Las mujeres al frente de explotaciones agrícolas o ganaderas en la Unión Europea (UE) no llegan al 30% y en España, el país con mayor despoblación rural de Europa, este porcentaje es incluso menor.

La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) desvela en un informe sobre datos de 2016 que en la Unión hay más de diez millones de explotaciones agrícolas de las que el 72% están administradas por hombres. Sólo en el 28% de los casos hay mujeres al frente.

En España, la dirección de una explotación a cargo de los hombres es incluso mayor: en 2016, apenas el 23% de los administradores de explotaciones en nuestro país eran mujeres.

Este “techo de cristal” para las mujeres del mundo rural se ejemplifica en que mientras las explotaciones agrícolas de mujeres tienen una superficie, de media, de 6,4 hectáreas. Frente a ellas, los hombres tienen explotaciones de 14,4 hectáreas de media. Por tanto, las mujeres no solo están al frente de menos explotaciones sino que, además, las suyas son más pequeñas.

Tal y como coinciden en apuntar los expertos en el tema, el abandono del mundo rural por parte de las mujeres está directamente relacionado con el despoblamiento, del cual España es el máximo exponente.

En España hay en torno a 900.000 mujeres más que hombres. Sin embargo, en el 75,8% de nuestros pueblos con menos de 5.000 habitantes sucede lo contrario: hay más hombres que mujeres. Si ampliamos el radio de observación, el 90% de los municipios de España están en el medio rural. En ellos reside el 20,23% de la población femenina frente al 21,57% de la población masculina del país.

Fuente: ElPuebloDigital.es