La jornada ‘Los grupos LEADER en clave de igualdad’ resultó un tanto atípica respecto a años anteriores con un reducido aforo por las medidas de seguridad sanitaria, por lo que se retransmitió en directo a través del canal de Facebook de la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER), donde ha quedado colgado.
La alcaldesa anfitriona Sandra Cuesta Fanjul inauguró la jornada destacando aquellos proyectos llevados a cabo por mujeres que aprovechan los recursos que tienen en su entorno más cercano, “mujeres que se repiensan en un mundo de hombres. El futuro del medio rural pasa por las mujeres, y eso lo sabemos”. No obstante Cuesta Fanjul, que recordó que vive en una aldea, señaló la necesidad de afrontar el reto demográfico actual, “algo de lo que las administraciones somos conscientes, pero tenemos que trabajar en ello”.
“Todos los municipios tienen zonas rurales”, apuntó Belarmino Fernández Fervienza, presidente de READER y alcalde de Somiedo, haciendo referencia a la ruralidad de la región que abarca más allá de los 71 concejos que conforman la Red. Destacó el gran impacto que ha tenido la convocatoria actual 2020 de ayudas LEADER a pesar de haberse visto retrasada en su apertura por el confinamiento. “Es el año que más proyectos se presentaron, superando los 850, de toda índole”. Fernández Fervienza destacó también que la partida presupuestaria será ampliada en 10 millones de euros, hasta un total de 26 millones, para poder cubrir la mayoría de los proyectos presentados, en un gran porcentaje liderados por mujeres. “Puede que las mujeres sean más innovadoras y emprendedoras, y la Red Asturiana tiene que liderar todo este movimiento”, concluyó.
“Huracán de emprendimiento”. Con estas palabras el responsable de Medio Rural de Caja Rural de Asturias, Javier Nievas Andrés, definió el trabajo llevado a cabo por Inmaculada Adeba, en contraposición al bajo porcentaje de personas que viven en el campo en España (un 19%) frente a otros países europeos. “Quizás no hemos sabido apreciar el privilegio que supone vivir en él. No creo que sea más difícil resolver un problema en el medio rural que en el urbano”, expuso.
El responsable de Caja Rural también hizo referencia a conceptos como “resiliencia o empoderamiento. Palabras nuevas en nuestro vocabulario pero que nos llevan a reconocer el papel de la mujer, que la mujer es clave en el desarrollo del medio rural y que de ellas depende el medio”. Por esta razón Nievas afirmó que “debemos ser capaces de que se queden en el medio rural, porque la tenacidad ya la tienen. Y Caja Rural somos una entidad con una sensibilidad social. En ese camino estaremos a su lado”.
Un futuro en femenino
La directora general de Igualdad, Nuria Varela Menéndez, dictó la conferencia ‘El futuro de la Asturias rural tiene nombre de mujer’, aunque señaló que “no tiene sentido pensar que la Asturias rural tendrá un futuro diferente al de la Asturias urbana o el de los asturianos al de las asturianas”. Varela Menéndez, experta en desigualdad y violencia de género, habló de la “ceguera de género, donde durante siglos los hombres han tomado decisiones sin ver a las mujeres” y señaló la necesidad de “cambiar el relato” incorporando la mirada femenina.
Para Varela la división sexual del trabajo está muy marcada en Asturias por la asignación del trabajo productivo a los hombres, fundamentalmente en tareas como la minería, de la que el colectivo femenino fue expulsado, mientras que el reproductivo queda para las mujeres. Aunque ellas también hayan llevado a cabo ese productivo: sin reconocimiento, ni sueldo, cotización ni visibilidad. “Se da una variación perversa cuando la mujer se incorpora al trabajo fuera de casa, mientras que los hombres no entran en ella, y eso da lugar a que las mujeres sufran la conocida como doble jornada, fatigas y cansancio”.
La directora general de Igualdad afirmó que “seguimos hablando de una Asturias que ya no existe” y señaló que la brecha salarial en la región se halla “entre las más altas de España, sobre todo en el grupo de edad de entre 35 y 44 años, que son los que corresponden con la crianza. Es en estas edades cuando muchas mujeres abandonan su empleo”, mientras que los hombres se ven “menos condicionados por las trayectorias vitales”. La reacción a esta realidad es “la huelga de natalidad” llevada a cabo por las mujeres.
Varela Menéndez lanzó la pregunta de “qué significa calidad de vida y si significa para todos lo mismo”, de ahí que incidiese, a la hora de diseñar los programas de desarrollo rural, en que “no se trata de hacer súper mujeres, sino que puedan diseñarse su propio futuro profesional en los pueblos”.
“El futuro de Asturias tiene nombre de mujer porque es la igualdad. No podemos afrontar el siglo XXI con las estructuras del siglo XIX, iríamos con pies de barro” y señaló que los países más desarrollados no son aquellos con un mayor índice de natalidad, sino los que tienen mejores políticas de conciliación y corresponsabilidad. Concluyó su intervención con la cita de Jeanette Winterson “hay que ser muy rico o muy privilegiado para no valorar la igualdad”.
Todos somos rurales
Muy agradecida se mostró la Mujer Rural de Asturias 2020 Ana Inmaculada Adeba Vallina, quien recibió el premio que la acredita como tal de manos de su precedesora, Josefina Vega Suárez, galardonada en 2019. La escultura que se hace entrega, una vara de hierba, es diseñada ex profeso en cada edición por Kiko Urrusti. La empresaria y ganadera también recogió de manos del presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Marcelino Marcos Líndez, una réplica de “la casa de todos los asturianos”, como se refirió la galardonada al edificio que acoge al Parlamento regional.
Inmaculada Adeba quiso recordar “que todos somos rurales desde hace millones de años, mientras que urbanos es desde hace muy poquito” y también llamó la atención sobre el “acuciante problema demográfico, al que hay que combatir trayendo niños y formándolos en igualdad, algo obvio”. La galardonada considera que “nadie debe hacer un trabajo por su condición de género, sino que debemos ser libres para formarnos, dedicarnos a lo que queramos y asentarnos donde queramos”.
La homenajeada tiene claro que «todos somos capaces de hacer todo, independientemente de nuestro género, que nadie te imponga lo que debes hacer si no quieres», ya que la condición la marca la formación y la libertad para elegir, no el sexo de las personas.
Esta visión y este transmitir el amor por lo rural Inmaculada Adeba lo ha plasmado en sus hijos, como así demuestra el hecho de que “hemos echado raíces donde hemos podido criar a nuestros hijos con alas y también con raíces. Formar a un hijo es lo más maravilloso que hay, pero las presiones no lo hacen fácil”, señaló en referencia tanto a la falta de conciliación existente como al contexto sociocultural.
También aprovechó para reclamar la necesidad de una mejor conexión y conectividad, en todos los sentidos, donde seguir tejiendo redes: “tenemos que conectar y dar conectividad, como si trabajáramos en red, que cuanta más presión aguanta, más fuerte se hace”. Y esa red es la que ella y su familia han creado a lo largo de todos estos años, con clientes fieles, familias que vuelven a cada oportunidad o que buscan en su hotel un lugar donde poder practicar el teletrabajo. “Hay grandes ciudades donde no conocen nada de lo rural”, por eso se muestra muy orgullosa de despertar el gen granjero de muchos de los menores que pasan por su casa y participan de las labores diarias de la granja, para terminar recordando que “toda crisis es una oportunidad. Yo soy la cara de tantas personas que trabajan en lo rural”.
La mujer como ejemplo
“Trabajo, esfuerzo, emprendimiento y trayectoria son requisitos, entre otros, para recoger este premio READER Mujer Rural de Asturias”, señaló la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación Begoña López Fernández en su intervención, para quien “Inmaculada representa la palabra diversificación en mayúsculas y a la mujer como motor del medio rural”.
La directora general destacó la importancia de ayudas como las LEADER, a las que la galardonada ha acudido y sigue acudiendo para desarrollar sus proyectos, que en esta edición se ha visto ampliada con una mayor financiación en el ticket del autónomo rural, se ha abierto a las industrias agroalimentarias y ha flexibilizado los procesos, con una dotación total de 26 millones de euros en un año en el que “no se esperaban tantas solicitudes. La respuesta del Gobierno va a seguir por ahí y a través de la igualdad”.
Begoña López quiso agradecer a Inmaculada Adeba “el trabajo que has desarrollado, muy importante por significativo y que espero que sirva de ejemplo”.
“Me sorprende la capacidad de emprendimiento que tienes. Eres una joya”. Con estas palabras clausuraba la jornada el presidente de la Junta General Marcelino Marcos Líndez al referirse al trabajo de la Mujer Rural de Asturias 2020 por poner el foco en un determinado territorio, como es Villayón, aunque en realidad reconoció que hablaba “de muchos territorios que muchos asturianos no conocemos. En este caso Oneta, con sus cascadas, y todo el concejo merecen la pena”.
Marcos Líndez reconoció el papel tan importante que las mujeres juegan en los pueblos, sin ser menos “estos momentos difíciles con la pandemia en pleno siglo XXI”. El presidente de la Junta reflexionó acerca del hecho de que “las casas de los pueblos tiene nombre de hombre. Esto es un reflejo de dónde vivimos: se ocultaba a sabiendas el papel que hacían las mujeres, su trabajo. Por eso este tipo de premios son importantes, como lo es no retroceder nada”.
Tras las palabras del presidente el Parlamento asturiano, una pequeña representación de la asociación de música tradicional Muyeres, con su homenaje a grandes mujeres ya desaparecidas transmisoras de cantares y tradiciones, puso el broche final a una jornada que, aunque atípica, no por ellos resultó menos emotiva ni reivindicativa.
Ver el vídeo sobre Ana Inmaculada Adeba Vallina, Mujer Rural de Asturias 2020, en nuestro canal de Youtube.
Fuente: READER