Felipe VI, que ha agradecido “la incesante labor” de Asaja en favor de la agroindustria española y de los jóvenes “que apuestan por este sector fundamental y de futuro para España”, ha señalado el reto demográfico y la despoblación como dos de los “grandes desafíos” a los que tiene que hacer frente tanto España, como otros países europeos.
Ha recordado que el medio rural español representa alrededor del 85% del territorio nacional, sin embargo en él vive menos del 20% de la población. A ello ha añadido que “cerca del 13% de nuestro territorio corresponde a municipios escasamente poblados, una problemática que cada día se hace más visible”.
Ha incidido en que la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria constituyen “un sector de enorme valor y peso en nuestra economía y cultura, en nuestra imagen de país, además, incluso en la imagen de modernidad”. El hecho de que el congreso de Asaja se haya celebrado en una provincia andaluza como es Jaén, donde “mayor peso tiene la agricultura en la economía”, es también una oportunidad para demostrar con su ‘mar de olivos’ “un ejemplo de cultivo generador de riqueza y empleo que ha sido capaz de mantener un medio rural vivo y dinámico”, informa Europa Press.
El Rey ha subrayado que “la responsabilidad de nuestra sociedad es que la capacidad, motivación y el esfuerzo de los jóvenes venzan a las dificultades” porque “tenemos la obligación, contando con vosotros, con vuestra energía, de seguir construyendo día a día un país mejor, más creativo, dinámico y siempre en vanguardia, una España más cohesionada socialmente y más comprometido con la igualdad entre hombres y mujeres”.
El monarca ha centrado su intervención en el mundo rural y en los jóvenes que “le dan vida y lo dinamizan”. En este sentido, ha apuntado que “los jóvenes de la España rural deben tener los mismos derechos y disfrutar de las mismas oportunidades y beneficios que los jóvenes que desarrollan sus vidas en nuestra ciudades”.
Para Felipe VI, es preciso “ser conscientes de que las posibilidades de crecimiento y desarrollo de las zonas rurales, como en cualquier otro territorio, están ligadas a la permanencia de población con edades intermedias que son generalmente las responsables del trabajo productivo y de la renovación del tejido social”. Para lograr esa permanencia, “es necesario que las perspectivas de vida estén garantizadas dentro de unas condiciones mínimas y dignas de empleo, acceso a la vivienda, sanidad, infraestructuras, Internet, etcétera”.
A pesar de las dificultades -ha dicho el Rey- “el medio rural ofrece indudables oportunidades que debemos potenciar y apoyar”. De hecho, ha señalado que el progreso del “potente” sector agroalimentario español a lo largo de las últimas décadas ha quedado demostrado durante la crisis donde ha evidencia “su fortaleza”, “su solidez y potencial para generar riqueza y trabajo en toda España”.
Ha aludido a que el complejo agroalimentario genera cerca del diez por ciento del PIB y el siete por ciento del empleo en España. Además, “se trata de un sector netamente exportador con buenas perspectivas de desarrollo ante la creciente demanda global de alimentos de mayor calidad, como los que de hecho producimos”. En este punto, el monarca ha vuelto ha aludir a Andalucía como “la mayor potencia agroalimentaria de España aportando casi un cuarto del valor de producción agraria y un tercio de todo el valor añadido”.
Asimismo, Felipe VI ha ido más allá de la actividad productiva agraria o forestal, y ha apuntado a los servicios y el turismo como sectores que ofrecen “indudables oportunidades de diversificación económica y empleo en el medio rural”. Así, ha señalado que “más del diez por ciento de los turistas extranjeros que nos visitan cada año vienen a España ara realizar o participar en actividades gastronómicas como visitar bodegas, almazaras o restaurantes en localidades del interior.
Más allá de las grandes cifras, Felipe VI se ha referido a las personas, a los agricultores, ganaderos y silvicultores que son “el corazón del campo español” y que, “cada día, contribuyen con su trabajo y esfuerzo no sólo a gestionar cerca de la mitad de la superficie de España, sino también a suministrar alimentos, generando una actividad económica que es el eje vertebrador de nuestro territorio rural”.
En este contexto, ha subrayado que el sector agroalimentario se enfrenta “a grandes desafíos de futuro, con una mayor competencia de terceros países en una economía globalizada, los efectos del cambio climático, la mejora de la rentabilidad de las explotaciones o el relevo generacional”.
Por ello, además de facilitar la instalación de los jóvenes, “necesitamos que lo hagan con las mayores garantías de éxito” y eso paso por acompañarlos en todo el proceso, con formación, asesoramiento e incluso “favoreciendo su integración de estructuras de comercialización -cooperativas y empresas- que les permiten comercializar mejor sus productos y obtener mayor valor añadido”.
En este sentido, el monarca ha dicho que “todo el mundo debe valorar como se merece el trabajo que realizan los profesionales del campo, los importantes servicios ambientales que aportan y remunerar adecuadamente sus productos”.
Además, según ha dicho Felipe VI, se debe “ser conscientes del esfuerzo que conlleva producir los alimentos, las condiciones en las que se han producido, y en definitiva la responsabilidad social y ambiental que está detrás de aquello que consumimos” porque “si no hacemos que todo ello sea sostenible al ecosistema”, siguiendo y cumpliendo los ODS y la Agencia 2030, “pondremos en serio riesgo nuestro futuro”.
Felipe VI ha finalizado su intervención destacando que “los jóvenes son garantía de futuro en cualquier sector” y dedicando palabras de “sincero reconocimiento” a los casos de éxito de jóvenes agricultores porque “la juventud y el medio rural sois una esperanza para el mejor porvenir de nuestro país”.
Fuente: El Economista.es