Isabel Bombal es ingeniera agrónoma y desde su departamento se encarga de planificar y ejecutar estrategias de modernización de explotaciones

Vinculada a la política desde hace casi veinte años, Isabel Bombal es actualmente directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria en el MAPA. Bombal es ingeniera agrónoma y desde su departamento se encarga de planificar y ejecutar estrategias de modernización de explotaciones, haciendo especial hincapié en aquellas que promuevan la participación y la incorporación de las mujeres y los jóvenes; impulsar proyectos financiables con fondos europeos; o desarrollar actuaciones en materia de innovación y formación de profesionales del sector agroalimentario.

–¿Cómo definiría un Territorio Rural Inteligente?

–El concepto hace referencia a aquellos territorios que mediante la aplicación de políticas transversales innovadoras buscan dar soluciones a los problemas a los que se enfrenta hoy en día el medio rural, como por ejemplo la gestión de la energía, los residuos y la protección del medio ambiente; la gestión del agua y de otros recursos naturales; o la mejora de su propia gobernanza. Para conseguir este objetivo es necesaria la implicación de todos los niveles de la administración así como de los distintos agentes económicos y sociales que conforman la realidad de nuestros pueblos y de nuestro medio rural.

–¿Qué consecuencias económicas y sociales está suponiendo la crisis del covid-19 en el entorno rural?, ¿se han vuelto más atractivas estas zonas?

–Sin duda, la crisis causada por el covid-19 y el confinamiento al que ha estado expuesta gran parte de la población ha despertado el interés por volver a desarrollar nuevos modelos de vida y de negocio en el medio rural. Esta oportunidad, dentro de una situación tan desgraciada como la que estamos padeciendo, debemos aprovecharla, siendo necesario para ello dotar de los servicios y medios adecuados a nuestro territorio rural, de tal forma que todo ciudadano interesado pueda desarrollar nuevos proyectos emprendedores y atraiga población y talento. En este contexto, los territorios rurales inteligentes ofrecen una solución para atender estas nuevas necesidades.

–¿Qué actuaciones considera que son prioritarias para impulsar el entorno rural?

–Desde la perspectiva de la digitalización y la creación de ecosistemas de innovación, la transformación digital de los municipios debe ser una herramienta estratégica prioritaria. Además, se ha demostrado efectiva para hacer frente al fenómeno de la despoblación. Las dos próximas décadas serán, sin duda, las más dinámicas de toda la historia de la humanidad, ya que tendrá lugar la digitalización de todos los sectores de la economía, incluido el sector agro, y de todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Según datos de la ONU este proceso de transformación digital conducirá a la creación de más 130 millones de trabajos derivados y/o vinculados a la digitalización, los cuales compensarán la pérdida de puestos de trabajo a causa de la sustitución de mano de obra por tecnología. El medio rural y el sector agroalimentario deben participar de este proceso de transformación digital y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece.

–¿Deberían centrarse los esfuerzos en algún perfil de población?

–Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación centramos nuestras actuaciones en dos perfiles prioritarios: las mujeres rurales y los jóvenes. Hay que tener en cuenta que para poder atraer talento joven, primero debemos ser capaces de retenerlo y, para poder retenerlo, el medio rural primero tiene que ser visto por parte de la población como un lugar atractivo. A este cambio debe sumarse el conjunto de agentes públicos y privados para ofrecer un mejor servicio a los nuevos emprendedores rurales, sabiendo que se hace imprescindible adoptar soluciones innovadoras e integradoras en ámbitos como: conectividad, infraestructuras, educación, cultura… Y en esta labor, las administraciones públicas desempeñan un papel muy importante.

–¿Cuál es el principal obstáculo para fijar población en los pueblos?

–La brecha digital existente en estos territorios tanto física como de capacitación, es, sin lugar a dudas, uno de los obstáculos más importantes a la hora de fijar población en el medio rural. Aun así, no es el único y se ha podido observar que en algunos territorios rurales dotados de buena conectividad no desaparece el problema de la despoblación. En marzo de 2019 el Gobierno de España adoptó la Estrategia de Digitalización del sector agroalimentario y forestal y del medio rural, que prevé una serie de actuaciones para reducir la brecha digital física y de capacitación. Ahora se está trabajando en el primer plan de acción 2019-2020, que aborda estos problemas.

–Uno de los paradigmas de los TRI es introducir la innovación en los entornos rurales, ¿esta innovación tiene características propias?

–Sí, es distinta, tanto la innovación como la digitalización del sector agro y del medio rural se deben hacer teniendo en cuenta sus particularidades. Por ejemplo, las necesidades de banda ancha del sector agro en el ámbito digital varían en función de si se trata del subsector agritech o foodtech. Además, se debe tener en cuenta como particularidad del sector agro el hecho de que las startups, a través de la financiación que obtienen mediante capital riesgo, son el principal vector de innovación digital en el sector. En relación con esto, desde el ministerio estamos apoyando la innovación mediante iniciativas específicas como Startup Villages para el fomento del emprendimiento, en la línea con la iniciativa Startup Europe que impulsa la Comisión Europea. La innovación en los entornos rurales debe ir siempre de la mano de un enfoque integrador y transversal que tenga en cuenta y dé respuesta a las distintas problemáticas específicas, tales como el envejecimiento, la brecha digital, la baja natalidad, el elevado grado de masculinización, el despoblamiento o su baja tasa de emprendimiento.

–A nivel poblacional, la baja natalidad es un reto social fundamental, ¿son los TRI modelos que puedan crear oportunidades de conciliación o formas de vida más sostenibles que den un impulso a la natalidad?

–En efecto. Hay que tener en cuenta que los ecosistemas digitales y la transformación digital han demostrado ser, en el ámbito urbano, las herramientas estratégicas más adecuadas a la hora de crear entornos laborales y sociales sostenibles. Del mismo modo, el medio rural, a partir de estas herramientas, debe acelerar su proceso de transformación digital para convertirse en su conjunto en lo que hoy se conoce como territorios rurales inteligentes. Y todo esto es debido al gran potencial que tiene la digitalización para generar formas de vida más sostenibles y, a la vez, compatibles con la conciliación familiar. Aspecto este último fundamental para dar el impulso necesario a la natalidad en estas zonas. Asimismo, debemos entender que la cuarta revolución digital es ya una realidad presente en todos los sectores de la economía y es imprescindible no quedarse atrás.

–¿Es necesario impulsar nuevos nichos de mercado más allá de la agricultura y la ganadería para desarrollar los TRI?

–Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación estamos totalmente de acuerdo con la idea de que fomentar y apoyar la creación de nuevas actividades económicas que vayan más allá de las propias del sector agroalimentario, es la mejor forma de dinamizar y revitalizar nuestro medio rural, haciéndolo al mismo tiempo más atractivo y competitivo. La baja tasa de emprendimiento observada en España en general se acentúa en las zonas rurales por las debilidades que caracterizan al medio rural, algunas de las cuales ya hemos comentado. Por eso, nuestra estrategia es impulsar y revitalizar el medio rural siempre desde un enfoque integrador con otras políticas públicas, nacionales y europeas, en el contexto de la digitalización. La idea esencial es que entre todos busquemos nuevas formas de vivir, de consumir, de producir… En definitiva, reactivar el talento de la gente para salir adelante a través de una apuesta clara por la formación empresarial con base en la inteligencia emocional, la investigación de nuevos modelos de negocio y la creatividad.

DIARIO MONTAÑÉS