Académicos de diversas universidades españolas y miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pusieron énfasis en la necesidad de defender la agricultura familiar, «que se encuentra en una situación de debilidad», en contraposición a los «productos ultraprocesados que recorren miles de kilómetros» antes de llegar a los hogares y que, sin embargo, «forman parte de dietas poco saludables».
Estas fueron algunas de las ideas puestas sobre la mesa por Miguel Ángel Martín, profesor titular de Derecho Internacional de la Universidad de Sevilla y miembro del equipo impulsor del Observatorio de Derecho a la Alimentación en España. El catedrático considera que «el mundo rural no está siendo valorado», algo que, añade, «es un error».
Miguel Ángel Martín afirmó que Asturias es un «ejemplo paradigmático» de agricultura familiar ya que cuenta con productos típicos «de gran calidad, y hay que garantizar que pervivan, porque son muchas las familias que viven de ello». El profesor aseguró que es necesario «un cambio normativo» y una mayor implicación de las instituciones. «Son necesarios cambios legislativos que permitan el apoyo, la tutela y la promoción de este tipo de agriculturas, que hasta ahora fueron la base de nuestra seguridad alimentaria», matizó.
La investigadora de la Universidad Politécnica de Valencia Lidia García comentó que el ochenta por ciento de los alimentos que se consumen se producen en agricultura familiar, y que este es el eslabón «más bajo» de la cadena alimentaria, pero «el más importante». Consideró relevante fortalecer este eslabón para que tenga más derechos y se dé «más valor al trabajo que realizan» estas familias –el 95 por ciento de las explotaciones agrarias españolas son de propiedad familiar–. «Nos alimentan y nuestra salud y el medioambiente dependen de lo que comamos y produzcamos», añadió.
Además, estimó oportuno fomentar este tipo de agricultura ya que generalmente se produce «de manera más sostenible y respetuosa» con el medioambiente y las personas.
Por su parte, Arturo Angulo, responsable de Relaciones Institucionales de la FAO, advirtió de los problemas «de carácter mundial» que tiene el sistema alimentario y que deben afrontarse: «Tenemos que reducir el uso de fertilizantes y moderar el consumo de carne. La obesidad es un problema serio». Además de analizar estos temas, Angulo incidió en que «las políticas públicas deben encaminarse a contar con sistemas alimentarios más sostenibles» y a impulsar dietas como «la mediterránea».
Finalmente, la directora de la Cátedra de Estudios de Gobernanza Global Alimentaria, Amparo Novo, trató de concienciar sobre la situación de los agricultores familiares a nivel global, quienes «están viviendo en unas condiciones infrahumanas, en pobreza y pasando hambre».
Estas jornadas, en las que se recordó que la ONU inauguró este año el Decenio de Acción para la Agricultura Familiar, estuvieron presididas por el vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco José Borge, quien estuvo acompañado por Ana Regina Segura, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y por representantes de la Alianza Parlamentaria Española por el Derecho a la Alimentación y del Observatorio.
Fuente:El Comercio.es