Crisara es un buen ejemplo de que es posible emprender en el medio rural y mantenerse después de 25 años. “El secreto está –dice su directora- en poner en valor los recursos del territorio dando respuestas a las necesidades reales del sector”.

Cuando Carmen Román finalizó sus estudios de Biología en Granada entendió que su futuro profesional estaba en su pueblo, Chirivel. “Me di cuenta que era aquí donde quería desarrollar mi actividad profesional, e indudablemente la falta de otras opciones más inmediatas como medio de vida me llevaron a emprender mi proyecto empresarial”.

Carmen recuerda que los inicios fueron difíciles. En 1996, creó la empresa de servicios agrícolas junto a su marido ofreciendo inicialmente labores de podas, injertos y laboreo. Hoy en día, Crisara es una empresa de servicios integrales al sector agrícola. Está formada por tres líneas de negocio: el asesoramiento técnico, la fabricación de productos para sanidad y nutrición vegetal, así como la producción de plantones de almendro y pistacho, todo ello enmarcado en nuestra especialización que son los leñosos y la producción ecológica.

Plantas frente al cambio climático

La empresa de Chirivel están en continúa investigación y desarrollando productos y técnicas de gestión del suelo para la resistencia de las plantas frente al cambio climático, principalmente en almendras y pistachos.

En sus inicios, Crisara contó con las ayudas LEADER tramitadas desde el Grupo de Desarrollo Rural Los Vélez. En este nuevo programa de desarrollo rural, la empresa que dirige Carmen Román ha vuelto a contar con estos incentivos cofinanciados por el FEADER de la Unión Europea y la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

Si algo tiene LEADER es que son ayudas gestionadas desde y para el territorio. “Nuestra comarca es pequeña por lo que es fácil tener una relación cercana con el personal del Grupo de Desarrollo Rural. En algunos casos, son personas a las que conoces de siempre. Esto sumado a la buena predisposición del equipo a apoyar a las empresas hace que la relación sea fluida y positiva”.

Asesoramiento del Grupo de Desarrollo Rural

Esta emprendedora valora especialmente que se ponga en manos del empresariado la información en tiempo y forma. “El equipo técnico del Grupo de Desarrollo Rural Los Vélez siempre está pendiente de comunicar los plazos de los programas para que podamos acogernos según nuestros proyectos y necesidades”.

Además de informar de las ayudas disponibles en cada momento, la directora de Crisara destaca el asesoramiento y la ayuda que ofrece el Grupo de Desarrollo Rural antes y durante el proceso. “De esta forma podemos ir completando las etapas de la solicitud a través de las plataformas oficiales que no siempre son fáciles de manejar”, afirma.

Carmen Román sabe por experiencia que emprender en el medio rural es más difícil y costoso que en la ciudad. “La falta de servicios; las malas comunicaciones físicas y virtuales; una población escasa y envejecida que limita los sectores en los que poder emprender y la falta de personal cualificado en algunos sectores hace que emprender en pequeñas poblaciones sea menos atractivo que en zonas más habitadas”. De ahí que considere los fondos europeos LEADER “imprescindibles y muy necesarios para mitigar un poco todas estas dificultades”.  No obstante, esta emprendedora subraya que “tan importante es poner al alcance de las personas que quieran emprender estas ayudas como simplificarlas ya que la burocracia que las acompaña en la mayoría de los casos es más disuasoria que motivadora”.

Tan importante es poner al alcance de las personas que quieran emprender estas ayudas LEADER como simplificarlas ya que la burocracia que las acompaña en la mayoría de los casos es más disuasoria que motivadora

“Otro aspecto que frena solicitar estas ayudas son los plazos tan largos desde que comienzas el proyecto hasta que se abona la subvención por lo que se debería estudiar la forma de minimizarlos. Es, precisamente, en los inicios cuando más necesitas la financiación”.

Ventajas de trabajar en el mundo rural

Lo que en principio podría ser una desventaja como es la falta de servicios y comunicaciones de la que adolecen las zonas rurales, para Román es una oportunidad para el emprendimiento: hay muchos nichos de mercado por explorar en el mundo rural. Esto unido a la baja masificación, entornos más saludables, tiempos de espera menores en colas y atascos, etc… hacen que la calidad de vida que se puede encontrar compense las desventajas”.

La directora y socia fundadora de Crisara afirma que “las mujeres debemos creer más en nosotras mismas porque en esos momentos iniciales en los que nos planteamos emprender nos asaltan los miedos, las dudas y en la mayoría de los casos optamos por mantenernos en nuestra zona de confort por miedo al fracaso”.

En su larga trayectoria empresarial, Carmen ha contado con un gran equipo de profesionales que han enriquecido su proyecto. Una iniciativa a la que dedica trabajo diario y esfuerzo y, sobre todo, sentido común e intuición.

“Hay muchos nichos de mercado por explorar en el mundo rural. Esto unido a la baja masificación, entornos más saludables, tiempos de espera menores, hacen que la calidad de vida que se puede encontrar compense ciertas desventajas”.

Impacto rural

Crisara visibiliza que es posible poder emprender en el medio rural y mantenerse después de más de 25 años, utilizando como estrategia la puesta en valor de los recursos de la zona dando respuestas a las necesidades reales del sector en cada momento.

“Aportamos empleo, riqueza y bienestar al entorno que nos rodea, siempre con una visión clara y siendo fieles a nuestros principios y valores, entendiendo la empresa como un ente que debe devolver a la sociedad parte de lo que recibe de ella”.

Fuente: ARA