Los dirigentes de estas organizaciones han comparecido este martes en la comisión parlamentaria de recuperación económica y social de la comunidad, donde entre otros el presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, ha concretado que el margen presupuestario disponible de esos fondos se sitúa entre los 700 y 800 millones de euros.

Serra ha planteado frenar la estrategia “suicida” que plantea Bruselas para el sector agrario y que provocará la pérdida de rentabilidad de las explotaciones europeas y con ello la pérdida de capacidad productiva y de autoabastecimiento de la propia UE, ha advertido.

Además, ha abogado por un plan de choque en tres niveles: el europeo, el nacional y el autonómico y ha pedido la colaboración de todas las administraciones para fortalecer el sector agrario y su capacidad de respuesta.

Para el secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, “no hay viabilidad económica en las explotaciones” con la situación actual y se ha referido a la movilizaciones del sector anteriores a la declaración del estado de alarma para señalar que la reivindicaciones están paradas, si bien el problema “sigue existiendo”.

En términos parecidos se ha expresado el secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, al apuntar que el sector “desconvocó por responsabilidad” las movilizaciones cuando “el Gobierno todavía no había decretado el estado de alarma”.

López ha demandado una distribución “más justa de las ayudas, no entre las grandes fortunas”, y ha criticado que tres multinacionales “controlen el 70 % del mercado fitosanitario”.

El dirigente de UPA ha puesto también el énfasis en la necesidad de una agricultura familiar rentable y en reivindicar la soberanía alimentaria que aportan la agricultura y la ganadería, lo que ha contrapuesto con la deslocalización que representan otros modelos de producción.

Los dirigentes de estas organizaciones han señalado la importancia de que la agricultura “soporte” las exportaciones de Andalucía y ha expuesto su preocupación por el abandono de las explotaciones y sobre la necesidad del relevo generacional.

Fuente: EFE