Aunque tendencias como el “neorruralismo”, el “éxodo urbano” o la “vuelta al campo” parecen prever un retorno a “lo rural”, lo cierto es que vivir en el campo no deja de ser para muchos un anhelo futuro que rara vez llega a materializarse… Pero, hay opciones para conseguirlo.
Las cifras de despoblación rural son todavía alarmantes: tres de cada cinco municipios están en riesgo de despoblación; más del 60% de los ayuntamientos tienen menos de 1.000 habitantes y tan solo concentran el 3,6 % de la población. Todas las comunidades autónomas se ven afectadas, pero hay siete autonomías en las que la situación se agrava: Castilla y León, Aragón, La Rioja, Extremadura, Cataluña, Navarra y Castilla-La Mancha. En nuestra comunidad, casi un 70% de las localidades no sobrepasan los 1.000 habitantes. Pero lo cierto es que no se trata de un problema exclusivo de España, otros países de nuestro entorno como Portugal, Italia, Grecia, Reino Unido, Bulgaria o Rumanía presentan similares desafíos.
La vida actual en los pueblos poco tiene que ver con la que se llevaba décadas atrás. Y es que migrar hacia las áreas rurales tiene atractivos más allá de llevar una vida más tranquila. Los pueblos son ahora espacios vivos e innovadores gracias a la democratización de innovaciones y tecnologías clave para su desarrollo como: el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés); la economía circular; plataformas o centros de innovación en entornos rurales y el teletrabajo, del que hablaremos en este artículo.
El teletrabajo o trabajo en remoto es aquel que se desarrolla de forma regular fuera de las instalaciones de la empresa empleadora, dentro del contexto de un contrato de trabajo, en el que para llevar a cabo la organización y realización de trabajo se empleen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Una de las grandes ventajas del teletrabajo es que permite fijar la residencia habitual en el lugar que deseemos y no en el que se encuentre el puesto de trabajo. El trabajo en remoto está cada vez mejor aceptado por las empresas, tanto del ámbito público como privado. El crecimiento en el nivel de aceptación del teletrabajo, tanto por parte de las empresas como de los propios trabajadores, es una gran noticia en el ámbito rural, ya que augura una importante oportunidad de atraer talento, innovación y crecimiento.
Para que el teletrabajo o trabajo en remoto sea una realidad en los pueblos, es necesaria una buena conexión a la banda ancha que permita el desarrollo de los negocios en el entorno comercial globalizado en el que vivimos. Desde FEDR apuntan también hacia la creación de centros de teletrabajo o coworkings rurales que generen sinergias entre los emprendedores y trabajadores que trabajen desde ellos.
El término Smart Rural se escucha cada vez más en los grupos de trabajo de la Unión Europea, y ya se está trabajando en la creación de infraestructuras digitales y no digitales que alienten el crecimiento de los municipios y ciudades más envejecidas con la inversión de 365 millones de euros a través del programa “European Innovation Partnership on Smart Cities and Communities”.
Dentro del concepto Smart Rural encontramos el teletrabajo o trabajo en remoto. El teletrabajo en el entorno rural es una oportunidad que se dirige especialmente hacia los jóvenes más cualificados, quienes desarrollan trabajos en los que las TIC tienen un peso relevante. También la llamada “generación soporte” (hombres y mujeres entre 40 y 50 años que son el pilar fundamental de la sociedad rural) son foco de emplear el teletrabajo para desarrollarse en su trabajo y contribuir a frenar la despoblación de los territorios en los que viven.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el conjunto de la Unión Europea, un 17% de los trabajadores y trabajadoras tele-trabajan, cifra que en España se sitúa en el 6,7%, porcentaje todavía pequeño que puede explicarse debido a la tendencia del mercado de trabajo español al trabajo presencial (el llamado “presentismo”), a la escasa implantación del trabajo por objetivos, así como a políticas laborales todavía inflexibles en muchos casos.
En este sentido, el desarrollo de las TIC y la digitalización en el entorno rural, tal y como apuntan desde FEDR, debería ir acompañado por otras medidas como: cambio en la cultura laboral de empresas y trabajadores; marco legal que propicie el teletrabajo, además de una voluntad social y política acorde con las necesidades actuales de los entornos rurales. En cuanto al marco legal, en 2012 en España se incorporó el teletrabajo a la reforma laboral añadiendo párrafos al artículo 13 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores y, a nivel europeo, el Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo (2002) regula esta modalidad de empleo.
El teletrabajo, junto al emprendimiento rural, puede impulsar las áreas poblacionales más deprimidas, además de aportar ventajas al trabajador y a las empresas que pasamos a detallar en los siguientes 10 puntos.
Tal y como asegura José Emilio Guerrero Ginel, Catedrático de la Universidad de Córdoba: “el teletrabajo es una herramienta poderosa contra el éxodo del talento rural. Va a generar un círculo virtuoso muy satisfactorio para los territorios, las personas, también las empresas y las instituciones”.
Es conocido por todos que muchos jóvenes salen de su territorio de origen para encontrar oportunidades formativas que no tienen en su región, y especialmente, oportunidades laborales. El teletrabajo logra diluir los límites entre los territorios, lo que rema a favor de una menor desigualdad territorial y un crecimiento más igualitario.
Si los jóvenes formados pueden desarrollar su trabajo desde cualquier lugar gracias, en gran medida, a las posibilidades que ofrecen las TIC, es posible que muchos de ellos se planteen regresar a su entorno familiar en algún momento, sin necesidad de renunciar a mantener un trabajo cualificado acorde a sus expectativas.
Estás en el metro en hora punta, el autobús repleto de gente o metido en tu coche en medio de un atasco interminable, y piensas: “con lo bien que estaría yo en una casita en el campo, trabajando desde casa, en plena naturaleza…”. ¿A quién no se le ha pasado este pensamiento por la cabeza alguna vez?
Cierto es que la realidad no suele ser tan idílica como en nuestra imaginación, y aunque soñemos con vivir en el campo, es complicado prescindir de móviles, ordenadores, rutinas, horarios…La idea de vivir en el campo sin necesidad de ingresos no deja de ser una utopía, así que tele-trabajar puede ser una excelente alternativa para mantener tu empleo cualificado actual pero trabajando desde un entorno más tranquilo (y económico).
Si ves improbable que en tu empresa accedan a esta modalidad de trabajo, siempre puedes plantear opciones más flexibles como trabajar un porcentaje de tu tiempo laboral fuera de la oficina y el restante hacerlo en las instalaciones de la empresa. Multinacionales como BBVA, Endesa o Indra, entre otras, ya ofrecen soluciones de este tipo a sus colaboradores, pero también las pymes se están abriendo a este abanico de posibilidades en las modalidades de trabajo.
A través de la encuesta ¿Joven rural? ¡Queremos escucharte!, la Red Española de Desarrollo Rural extrae algunos aprendizajes interesantes sobre las necesidades de los jóvenes en el entorno rural. Uno de estos aprendizajes es que el hecho de tener hijos condiciona el porcentaje en el que los encuestados se plantean mudarse a otro lugar por motivos laborales. Mientras que el 40% de los jóvenes sin hijos baraja esta opción, menos del 20% de los que tienen hijos se lo plantea.
Por tanto, conciliar vida laboral y personal (especialmente, familiar) se convierte en otra de las ventajas principales del teletrabajo desde el entorno rural. Si los jóvenes pueden desarrollar ambas facetas fundamentales en sus vidas, elegirán en un mayor porcentaje quedarse o mudarse a áreas rurales lo que, sin duda, contribuiría a revitalizar social y económicamente estos entornos.
La flexibilidad del teletrabajo se puede medir en diferentes vertientes. En primer lugar, como decíamos en párrafos anteriores, la flexibilidad en cuanto a otorgar pesos equitativos respecto a tiempo de trabajo vs. tiempo libre; en segundo lugar, la que afecta a la organización de las propias tareas diarias con el fin de optimizar el tiempo que se dedica a cada una de ellas y, por último, la reducción de las barreras de acceso y permanencia en el empleo de las personas con discapacidad. Estas tres vertientes tienen cabida con el teletrabajo.
Sin las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) muchos jóvenes se veían obligados a salir de sus entornos rurales para alcanzar sus expectativas laborales. Ahora, es más posible que nunca regresar y mantener los puestos cualificados de trabajo que se han venido desarrollando, eminentemente, en las ciudades.
Desde 2006 se percibe una tendencia ascendente en el número de personas que tele-trabajan. De hecho, un 25% (uno de cada cuatro) de los casi 950.000 empleos creados en los dos últimos años, según datos de la consultora de recursos humanos Adecco, correspondieron a tele-trabajadores con puestos cualificados. Durante el segundo trimestre de 2018 esta modalidad laboral alcanzó su cifra más alta en España con 1,43 millones de trabajadores.
Hasta ahora hemos hablado de los beneficios para el trabajador, pero, ¿qué hay de las empresas? El teletrabajo y el trabajo por objetivos son conceptos que suelen ir de la mano dentro del nuevo paradigma laboral. En España existe una tradición muy “presencialista” en los puestos de trabajo, lo que en muchas ocasiones no se traduce en mayores niveles de eficiencia y productividad para las empresas que los contratan.
Algunos expertos cifran el aumento de la productividad laboral en un 15% gracias al teletrabajo, debido, principalmente a la mejor gestión del tiempo y a evitar interrupciones propias de las jornadas laborales compartidas. Cuando es necesario trabajar en equipo, las herramientas de colaboración en línea pueden ayudar a mantener el vínculo y a sacar proyectos adelante con independencia de donde se encuentren los miembros que forman el equipo. Descubre 10 herramientas digitales para la gestión de equipos y proyectos en el blog TIC de Bilib.
En el caso de ser empresarios o empresarias en la ciudad, es posible que en alguna ocasión se nos pase por la cabeza trasladarnos a vivir al ámbito rural, pero no lo hagamos pensando en la falta de personal que podemos tener en este entorno para cubrir las necesidades de nuestro negocio.
El teletrabajo permite contar con el talento que necesitemos, ya sea desde el ámbito urbano o rural, y da una respuesta factible a las distintas necesidades vitales que puedan tener nuestros colaboradores/trabajadores. Si se plantean un cambio de vida mudándose al campo, la distancia o el lugar de residencia deja de ser un impedimento gracias al teletrabajo. Se retiene el talento valioso para el negocio y se evita la nada deseable rotación de personal.
Otro punto a valorar si somos empresarios y queremos vivir en el ámbito rural es la merma en los costes de mantenimiento de instalaciones, así como en los costes del funcionamiento. Con el teletrabajo se reducen los puestos de trabajo físicos y la necesidad de salas de reuniones o conferencias, y con ello, disminuimos los costes en materiales y suministros, sin olvidarnos de los costes de alquiler, impuestos asociados a inmuebles, etc.
La comunicación entre los miembros del equipo se hace posible a través de soluciones digitales y videoconferencias. Para evitar la falta de contacto físico, se pueden organizar reuniones presenciales cada cierto tiempo (en función de las necesidades de la compañía).
La Administración está volcada en tratar de hacer más accesibles cualquiera de sus trámites a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Ahora, de forma online, es posible realizar trámites, pagar impuestos, obtener la información que necesitas, etc. La Administración Electrónica es uno de los servicios de internet que más se ha desarrollado durante los últimos años y en los que se espera una mayor modernización con el fin de ser más accesible a la ciudadanía.
Según el informe E-Govertment Survey 2018 elaborado por Naciones Unidas, Dinamarca se encuentra a la cabeza respecto al desarrollo de la E-administración y el Gobierno Electrónico, y España se sitúa en el puesto número 17, por delante de países como Bélgica, Austria o Canadá.
La mejora de las posibilidades que ofrece la e-administración fomenta el crecimiento y desarrollo del tejido empresarial y laboral en los ámbitos rurales. Si tele-trabajas desde el campo, puedes realizar trámites desde la comodidad de tu casa, allí donde te encuentres.
Si después de valorar la opción de tele-trabajar, prefieres “tirarte a la piscina”, como se dice coloquialmente, y emprender, los entornos rurales también ofrecen facilidades. El fomento del emprendimiento y la creación de startups en el medio rural es uno de los principales objetivos que persigue el programa StartupVillage Europe (SVEN) de la Comisión Europea, con el fin de combatir el despoblamiento rural y crear un ecosistema de startups innovadoras que cubran las necesidades reales de estos entornos.
En Castilla-La Mancha, la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) impulsa proyectos de desarrollo rural a través de sus grupos de acción local y pone a disposición de emprendedores y emprendedoras recursos a través de los cuales pueden disponer de ayudas para desarrollar sus iniciativas empresariales en el ámbito rural. Conoce estos recursos en el siguiente enlace. Mediante este enlace puedes acceder al Programa de Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Además de las ventajas comentadas, no podemos dejar de destacar algunos riesgos que pueden darse con el teletrabajo y que es necesario tener en cuenta para poder evitarlos. Algunos de los más destacados serían: riesgo a la no desconexión; falta de límites entre el espacio familiar y laboral; ausencia o escasos vínculos con los compañeros de trabajo. Si consigues mantener a raya estos riesgos, el teletrabajo puede aportarte grandes ventajas.
Para conseguir tu objetivo de tele-trabajar desde el ámbito rural (o desde donde quieras) en la plataforma Formados de Bilib ponemos a tu disposición dos cursos gratuitos que pueden resultarte útiles: el curso online Administración Electrónica y Certificados Digitales y el curso Comercio Electrónico y Marketing Online.
También ponemos a tu alcance el Directorio de Empresas TIC en Castilla-La Mancha en el que encontrarás los proveedores TIC de confianza que podrás necesitar si te decides a emprender en el medio rural. Además, podrás resolver tus dudas TIC a través del servicio de asesoramiento gratuito que ofrece la Red de Asesores TIC.
Autor: Pablo del Pozo