LEADER[1] (Relaciones entre Actividades de Desarrollo de la Economía Rural). Este es el significado del acrónimo en francés con el que se bautizó la Iniciativa Comunitaria que nacía de la mano de un grupo de funcionarios de la Comisión Europea en el año 1991.
LEADER nació con la idea de aprovechar toda la energía positiva y los recursos con los que contaban los territorios para definir su propio desarrollo. LEADER nació pensando en la capacidad de movilización de todas las personas que en un territorio se ven con ganas de contribuir al desarrollo de su comarca y formando asociaciones a nivel subregional que reunieran a todos los actores sociales, económicos y políticos.
8 años de experiencia acumulada. En su primera convocatoria fueron apenas 217 regiones en toda Europa. Durante el periodo de 2000-2006, y gracias a los buenos resultados obtenidos, el método se expandió rápidamente hasta cubrir unos 2.402 territorios rurales de los Estados miembros. Desde entonces hasta ahora ha llovido mucho. Los que vivimos LEADER I o LEADER II apenas reconocemos la forma actual en la que se aplica la Medida M19 de Desarrollo Local Participativo.
Si resulta relevante la reflexión sobre LEADER para el medio rural, es porque todos somos capaces de reconocer la historia de LEADER y su enorme aporte al desarrollo rural de España y de Europa. Con luces y sombras, podemos decir que hoy nuestros pueblos no serían lo mismo sin lo mucho que ha aportado LEADER. Los agentes que se han involucrado en LEADER en estos 28 años son personas auténticamente convencidas del potencial del mundo rural y comprometidas con su futuro y con la vida de la gente de los pueblos. Hoy en día en España hablamos de 252 Grupos de Acción Local, que actúan en un total de 6.200 municipios y con un presupuesto que supera los 500 millones de euros para todo el periodo que abarcaba en un principio entre 2014 y 2020.
LEADER es una excelente idea que significaba la aplicación de un modelo de desarrollo endógeno, local, participativo, comunitario y sostenible. Que pone en el centro de las estrategias concretas de desarrollo a los actores sociales y económicos del territorio, que da protagonismo a la gente de cada lugar y que refuerza la democracia económica desde abajo. En definitiva, representa un auténtico milagro de la política europea. Una metodología que se apoyaba en siete principios muy claros: enfoque ascendente, estrategia territorial de desarrollo, colaboración público – privada, actuaciones integradas y multisectoriales, innovación, cooperación y construcción de redes.
Pero es evidente que todos estos elementos positivos han sufrido un deterioro importante. A partir del periodo 2001 – 2006, hizo presencia una cierta desconfianza de la administración que poco a poco intenta aplicar estos programas con el mismo esquema “funcionarial” que todos los demás programas, y lo que consigue es una paralización progresiva de la energía inicial.
Hay una evaluación generalizada entre todos los actores de LEADER que expresa elementos comunes: Muchos de los agentes involucrados en los LEADER piensan que hoy están más cerca de ser una ventanilla más de la administración (para dar subvenciones), que de una estructura local de dinamización y de concertación social. Prácticamente todos achacan una fuerte burocratización de la gestión y pérdida evidente de la capacidad de iniciativa y dinamización.
Muchos LEADER son conscientes del proceso de control político, ejercido tanto desde las Comunidades Autónomas, como desde los mismos Ayuntamientos. También es evidente la pérdida de transparencia democrática y posibilidades de participación a pesar de que la norma obliga a que las entidades sociales tengan al menos el 51% de los votos en los órganos de decisión.
En determinados contextos, ha servido para consolidar relaciones clientelares existentes en las zonas rurales puesto que las entidades que los controlan son las que tradicionalmente han detentado el poder en las zonas rurales. La inclusión de LEADER dentro del marco de la PAC en su segundo Pilar, somete a LEADER a toda la estructura de la Política Agraria Común y que inicialmente podría ser un beneficio al garantizar la estabilidad presupuestaria, se convirtió en un lastre. A pesar de todas las dificultades, los agentes de LEADER, no se dejan vencer y no dejan de buscar la manera de proyectar a futuro la manera de volver a los principios originarios.
En este contexto, las jornadas se han convocado con unos objetivos muy claros: analizar el estado de situación de LEADER en este periodo, debatir sobre los retos a conseguir en el próximo periodo, reflexionar sobre las amenazas y posibles debilidades y conocer experiencias de LEADER que pueden ser significativas de cara a ese modelo futuro
¿Porqué se ha elegido Ibiza para celebrar estas jornadas? Pues simplemente porque en las Islas Baleares, se decidió que la Estrategia de los 3 Grupos LEADER (Mallorca, Menorca, e Ibiza y Formentera) estuviera centrada única y exclusivamente en una estrategia de dinamización social y económica del territorio. Una estrategia volcada en impulsar procesos, proyectos, iniciativas innovadoras que contribuyan al desarrollo de la zona, sin dar subvenciones a proyectos productivos. Arriesgado y difícil, pero sin duda una apuesta que cambia radicalmente la dinámica de LEADER en el territorio. La apuesta no ha resuelto todos los problemas de LEADER, pero si que marca un camino diferente que conviene explorar. Por ejemplo, “Menorca al Plat” Un Proyecto ejecutado por el mismo Grupo de Menorca que dinamiza a 23 centros educativos para introducir en los comedores escolares producto local y ecológico y que ha alcanzado unos indicadores absolutamente sorprendentes. O un proyecto del LEADER de Ibiza y Formentera centrado en la incorporación de energías renovables en el sector agrario cuyo aporte es justo, hacer el estudio y el proyecto concreto de incorporación de las energías a la explotación, la cooperativa o el matadero, de forma que luego con el proyecto, se acude a la línea general de subvenciones de energías renovables. Son algunos de los ejemplos de este LEADER dinamizador.
En diciembre de 2018, se publicó un estudio de evaluación completa de LEADER en España con el título “Cambios recientes, situación actual y orientaciones para su mejora”[2] El informe plantea 19 propuestas para el futuro LEADER 2021 – 2027 muchas de las cuales han surgido en los debates de las jornadas, y que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación debería cuanto menos tomarlas en cuenta:
Estamos en este momento avanzando en el Plan Estratégico Nacional de la PAC, y el debate sobre LEADER se está desarrollando dentro del Grupo de Trabajo del objetivo 8. “Promover el empleo, el crecimiento, la inclusión social y el desarrollo de las zonas rurales” y la verdad es que, hasta ahora, no hay grandes cambios, ni nada que suponga una cierta esperanza de renovación. Se mantiene el presupuesto mínimo del 5% de los fondos FEADER, no parece que se tomen en cuenta la posibilidad de un multifondo real que funcione, y las reformas son simplemente ajustes que, no obstante, tendrán impactos no siempre positivos. Por ejemplo:
Sin duda la Red Española de Desarrollo Rural seguirá empujando el debate y buscando espacios de interlocución con el Ministerio, sin embargo, me temo que la REDR sola no logrará la revisión que necesita LEADER sin un apoyo mucho más claro y real por parte de otros actores e instituciones, públicas o privadas que nos creamos que LEADER fue realmente una buena idea para el mundo rural.
[1] El acrónimo ‘LEADER’ deriva del francés «Liaison Entre Actions de Développement de l’Économique Rurale«, que significa “Relaciones entre Actividades de Desarrollo de la Economía Rural”.
[2] LEADER en España. Cambios recientes, situación actual y orientaciones para su mejora. Esparcia J, Mesa.R. Equipo UDERVAL. Universidad de Valencia. UE – MAPA – RRN. Diciembre 2018.
Un artículo de Fernando Fernández para Diario Rural