La propuesta, elaborada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ratifica lo que se ha venido anunciando y es solo ligeramente superior a la planteada por Finlandia a finales de 2019, durante su presidencia de la UE, que fue rechazada por los Estados miembros.
El montante global que propone para los próximos siete años es inferior al del marco financiero actual (2014-2020) para los Veintisiete -la comparación se hace sin tener en cuenta al Reino Unido, puesto que no forma parte de la UE-, que equivalía al 1,16 % de la renta nacional bruta conjunta (1,082 billones).
También se encuentra por debajo de la propuesta de la Comisión Europea, que pide que el presupuesto suponga un 1,11 % de la renta conjunta (1,13 billones de euros), para cubrir el agujero de entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales que deja la marcha del Reino Unido y poder costear nuevas necesidades.
La base de negociación que plantea Charles Michel incorpora además recortes en las partidas agrícolas y de cohesión, que tradicionalmente han copado el grueso del presupuesto comunitario y que España, así como otros países, considera fundamental mantener de cara al futuro.
En concreto, prevé una dotación de 329.300 millones de euros para la Política Agraria Común para los próximos siete años, un 13,9 % inferior a los 382.500 millones que se destinaron en el marco 2014-2020 que ahora se encuentra en vigor a la espera de una nueva reforma.
Los fondos de cohesión, según la propuesta de Michel, ascenderían a 380.100 millones de euros, un 12,1 % menos de los 387.500 millones del presupuesto precedente dentro de este peor escenario imaginable.
Fuente: Agroinformacion