Teletrabajo, una herramienta poderosa contra el éxodo del talento rural

El teletrabajo es una oportunidad, un factor de detonación importante, porque en este momento en la sociedad, y particularmente en la española, el empleo se ha convertido en un elemento sustancial.”

Teletrabajo, una herramienta poderosa contra el éxodo del talento rural

Opinión de José Emilio Guerrero Ginel, Catedrático de la Universidad de Córdoba

Las pautas de asentamiento humano y de uso del territorio son muy complejas: interactivas, complementarias, multidimensionales, sistémicas… en definitiva son un reto social y territorial. Tenemos que considerar muchísimos aspectos para entender los procesos de asentamiento humano y que las decisiones dependen de numerosos factores, la época de la vida, de las circunstancias, de la situación familiar, formación, laboral, etc.

Es verdad que, en particular, las tecnologías de la información y la comunicación están originando una nueva concepción del espacio y del tiempo, que están dando oportunidades y que tenemos que evaluar y analizar su potencial. Para construir territorios en los que alguien decida asentarse, es necesario construir también un territorio complejo, que sea eficiente, competitivo, sostenible, con futuro, en el que pueda vivir y criar una prole que pueda expresar su máximo potencial… Hace falta un gran esfuerzo de visión, de perseverancia, de compromisos consensuados entre todos los actores… En definitiva, estamos ante un problema complejo pero que estamos obligados a resolver porque el despoblamiento de algunas zonas y la saturación en otros asentamientos; está siendo un problema en el conjunto del planeta Tierra y, al menos, debemos reflexionar y poner medidas en marcha.

Lo primero que entiendo es que deberíamos trabajar en relación a poder aunar políticas privadas y públicas, que actúen más bien como factores de detonación; en este momento es difícil hacer una planificación concreta o “cuadriculada” -en el mejor sentido de la palabra-, con plazos reales, porque construir un territorio complejo tiene muchísimos ingredientes, muy evolutivos y cambian todos los días. ¿Qué son estos factores de detonación? Puntos de orden de comienzo que generan hábitos virtuosos que van mejorando la situación y que son sinérgicos unos con otros.

Pienso que el teletrabajo es una oportunidad, un factor de detonación importante, porque en este momento en la sociedad, y particularmente en la española, el empleo se ha convertido en un elemento sustancial. ¿Las TIC permitirían altas cuotas de teletrabajo? Mi respuesta inequívoca es SÍ. Hacen falta todavía ingredientes de conectividad, cobertura, software, plataformas… que permitan trabajos complejos a distancia y en tiempo real, interactivo, es cierto que todavía hacen falta más herramientas y sobre todo cobertura. ¿Creo que va a ser el problema fundamental? NO, porque cada mes que pasamos, cada semana, cada día, tenemos nuevas soluciones y éstas van evolucionando de una forma muy rápida. Pensar que en el conjunto del territorio español va a haber una cobertura universal suficiente para algunas cosas no lo veo tan lejos; lo veo en realidad como algo muy cercano: las nuevas constelaciones de satélites y la nueva cobertura satelital va a jugar un papel de enorme importancia, la propuesta de los satélites de nueva generación, los nuevos High Altitude Pseudo-Satellites (HAPS) que van a estar a distancias estratosféricas (20-25 mil metros), van a permitir niveles de cobertura importantísimos y, llegados a último término, la distribución de fibra óptica no es ni mucho menos de los más caro que necesitan las infraestructuras. En resumen, un problema que ahora mismo es real, y que permite una restricción en el teletrabajo -la conectividad- en breve se va a solventar. Desde mi punto de vista, más bien los problemas de los asentamientos y de las migraciones están ligados a aspectos más complejos: sociales, culturales, cambios de paradigma… y esto es lo difícil de atacar, los cambios profundos de cultura. Se puede aspirar a un cambio de tendencias, de hecho hay mucha experiencia en ese sentido, porque no es que esta visión comience a aplicarse ahora, sino que ya los modelos de trabajo tradicionales -concentrados en grandes ciudades- son insostenibles, insatisfactorios, sobre todo para el bienestar personal, familiar, grupal, a todos los niveles. Es urgente que busquemos nuevas soluciones.

¿Qué piensan los gobiernos, las empresas… qué pasos debemos dar cada uno? Siempre hago un símil muy explícito: esto es como una olla común en la que cada uno tenemos que echar ingredientes para hacer un buen cocinado, que luego podamos comer todos satisfactoriamente. No es responsabilidad exclusiva de las administraciones públicas, es necesario pasar de unas políticas tradicionales a unas políticas de compromiso. Tenemos que comprometernos a que el despoblamiento es un problema de todos, es un tema muy grave y que en algunas situaciones llega a puntos de no retorno; y por otra parte es un derroche, porque las potencialidades que tiene combatir el despoblamiento y tener asentamientos equilibrados son enormemente importantes.

Hablando de teletrabajo, en una tipología de trabajo ligado a empresas de alta tecnología y, particularmente, de tecnologías de la información y la comunicación, en la labor que estamos llevando a cabo con varias de ellas siempre llevamos en nuestra mochila una serie de cuestiones para ver cómo deberíamos enfocar este aspecto. De una forma satisfactoria, las grandes empresas tecnológicas, que necesitan mucho talento en su masa laboral, están buscando continuamente cómo pueden motivar ese talento. Éstas han encontrado que muchas personas valiosas, en sus ingredientes de vida y conciliación, necesitan biofilia (amor por la naturaleza), espacios abiertos, ritmos temporales distintos, ciertos elementos de quietud… Y difícilmente pueden remunerar ese tipo de intangibles en los esquemas laborales tradicionales. En mi opinión, seríamos capaces de diseñar específicamente una parte de la masa salarial para que pudiera organizarse bajo el teletrabajo total o casi total. Para mí no es algo etéreo, es algo muy palpable, si somos capaces de considerarlo en unas políticas de compromisos compartidos con la administraciones, empresas, pueblos, con los ciudadanos, técnicos, trabajadores… En una estima preliminar estaríamos hablando de alrededor de un 15% de la masa salarial de estas empresas tecnológicas -muchísimo-, para propiciar un factor de detonación, dentro de los territorios rurales, de impulsar un trabajo más amigable, servicios avanzados, trabajos más respetuosos con el medio ambiente, talento…el teletrabajo puede ser una conexión entre el medio rural y el talento.

Un trabajo digno, un trabajo creativo, un trabajo útil… necesita que las personas que hacen ese trabajo tengan unas condiciones de bienestar, de remuneración salarial, y de cumplir expectativas personales y familiares. En primer lugar, tener un medio de vida es de enorme importancia en este momento, pero también hacer cosas muy útiles y de alto nivel y dónde encuentra uno su asentamiento. Otro de los elementos esenciales es la preocupación por la familia: quiero vivir en un sitio donde a mis hijos no se les no se les niegue ni un ápice de su potencial de excelencia. Las nuevas TIC y el teletrabajo van a permitir que las personas se puedan plantear como una apetencia íntima tanto explícita como no implícitas (las anteriormente mencionadas: amor por la naturaleza, relación con los vecinos…) que resurjan con mucha más fuerza, porque ahora el trabajo moldea casi el 100% de nuestro comportamiento: necesitamos unos ingresos y aceptamos el empleo en las condiciones en las que está en la mayoría de los casos, incluidos los jóvenes, que aceptan las condiciones de trabajo y pasan a segundo lugar apetencias íntimas, mucho más sostenibles y relevantes. El teletrabajo va a permitir que podamos incorporar en nuestras demandas de trabajo esos elementos de amor por la naturaleza, de bienestar, de socialización y relaciones… Es un nuevo paradigma con el que vamos a avanzar en la resolución de un problema complejo de forma mucho más razonable que desde la óptica absolutamente mono dimensional. En definitiva el teletrabajo es una oportunidad para un cambio de tendencia en el despoblamiento.

El teletrabajo es una herramienta poderosa contra el éxodo del talento rural. Va a generar un círculo virtuoso muy satisfactorio para los territorios, las personas, también las empresas y las instituciones. Los procesos de virtualización también van a ser de enorme importancia para la mejora y la consecución de una educación de excelencia: en la escuela primaria, en la Formación Profesional, en la formación permanente, etc.. La mejora continua en las capacidades y las habilidades es otro elemento esencial para tomar decisiones en cuanto a los asentamientos; va a suponer un factor de cambio de conciencia constante, que tenemos que modular y creernos. El mensaje que le daría a todo el mundo es que se sientan obligados o comprometidos a aportar soluciones en este sentido: no veamos el futuro en soluciones mágicas, no existen atajos… Muchas veces hablamos de medidas fiscales -son necesarias-, pero no son la solución, sino que es necesario un cambio de cultura, aspectos más complejos, un cambio de paradigma que permita a los pueblos tener una vida satisfactoria, y que la decisión del asentamiento no esté limitada por factores de restricción inadecuados.

Fuente: REDR

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