Son los únicos incentivos que están llegando en estos momentos a estos territorios destinados a apoyar cualquier actividad económica de los mismos
Después de más de dos años de espera, la Junta de Andalucía acaba de convocar las ayudas del programa Leader que los grupos de desarrollo rural (GDR) esperaban como agua de mayo para poder continuar con su decisiva actividad para estos territorios. Y es que estos incentivos son importantes porque, sin el Leader, los GDR no tienen razón de ser, pero también porque son los únicos que están llegando en estos momentos para poner en marcha en el mundo rural iniciativas que favorezcan el emprendimiento y la creación de riqueza y empleo en el medio rural.
La convocatoria ha salido publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del pasado 16 de noviembre, y con un plazo de presentación de dos meses desde el día siguiente, pero todos los detalles pueden consultarse también en la web de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA), donde se ofrece la ventaja de que los interesados pueden localizar de manera inmediata cuál es su GDR de referencia y ponerse en contacto para impulsar sus proyectos.
Para entender el impacto de esta convocatoria, la última de este piodo 2014-2022, hay que recordar que los programas de desarrollo rural, puestos en marcha en Andalucía en los años 90, han proporcionado un mejor conocimiento de las necesidades que tienen estas poblaciones a la vez que han contribuido a potenciar sectores que han sido claves en su desarrollo. Desde el turismo rural hasta las marcas de calidad, como las IGP (indicación geográfica protegida), pasando por la recuperación de la artesanía o del comercio de proximidad, no se entenderían sin los Leader.
“¿Qué sería de los pequeños municipios de montaña y de áreas aisladas, si no hubieran contado con el apoyo de los GDR?”, se preguntan desde ARA, después de años con este compromiso que a su vez se ha convertido en una herramienta que lucha contra uno de los retos demográficos del país: la despoblación.
“Tras 30 años desde su creación por parte de la Unión Europea como una experiencia piloto para frenar la despoblación en las regiones europeas, Leader ha resultado ser una de las políticas públicas más rentables desde el punto de vista económico. Cada euro público invertido en proyectos Leader moviliza 1,5 del sector privado”, agregan las mismas fuentes.
En este sentido, Leader apenas supone el 2% del presupuesto total de la Política Agraria Común (PAC). Es decir, invierte de media un euro frente a los más de 6.300 de otras medidas de la PAC y que tienen mucha más repercusión.
Con este apoyo se ponen en marcha pequeñas infraestructuras locales, pero sobre todo, proyectos de emprendedores, especialmente relacionados con la formación en las nuevas tecnologías, la diversificación y la innovación. Son también fundamentales para la mujer rural por la clara apuesta de las emprendedoras por esta vía para encontrar una oportunidad laboral y un medio de vida.
Desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural explican que el objetivo de estos fondos son el fomento del empleo, el crecimiento económico, la innovación, la conservación y protección medioambiental y patrimonial, así como la mejora de la calidad de vida en el medio rural de Andalucía. Para este 2022 hay un montante de 64 millones de euros.
El programa Leader es uno de los más veteranos que despliega la UE en el mundo rural andaluz, que lleva tres décadas beneficiándose del mismo. Sus fondos están gestionados por los grupos de desarrollo rural (47 en toda Andalucía), encargados de tramitar las solicitudes y ayudar a los emprendedores a canalizar sus iniciativas, así como a asesorarles.
En las tres convocatorias de ayudas Leader del marco 2014-2022 se han tramitado más de 5.400 proyectos. Esto demuestra que el mundo rural hay muchas oportunidades de negocio y no todo el dinamismo económico e innovación vienen del urbano.
Leader es realmente la única política pública diseñada por la UE, aplicada a todas las áreas rurales y de obligado cumplimiento. El Fondo Europeo de Desarrollo Rural (Feader) obliga a que al menos el 5% del mismo se destine al enfoque Leader.
Es también la única política realmente participativa porque las asociaciones que gestionan estos programas deben tener una composición público-privada. Debe, de hecho, haber un equilibrio entre los sectores públicos y los agentes económicos y sociales de la comarca que representan a la población.
En definitiva, una puerta para la participación de la población rural en la gestión y en la toma de decisiones sobre cómo se gastan estos fondos en sus territorios.
Blog Valor Rural de ARA en El Diario.es/Andalucia