Estos incentivos, que gestionan los grupos de desarrollo rural, son claves para el tejido productivo, la identidad territorial, luchar contra la despoblación y mejorar la economía, pero llevan este año en blanco
Las iniciativas de los emprendedores rurales se están viendo frenadas desde finales del pasado año. Hace siete meses que la Junta de Andalucía debió publicar una nueva convocatoria de ayudas Leader, dentro del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022. Estos incentivos, que gestionan desde hace 30 años los GDR (grupos de desarrollo rural) movilizan una importante inversión privada, que en muchos casos triplica la pública, para la puesta en marcha de proyectos empresariales.
El presidente de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA) y alcalde de Écija, David Javier García Ostos, se reunía días atrás con la junta directiva de esta organización para analizar la evolución del programa. Tras ello, han pedido del Gobierno de la Junta “una mayor sensibilidad” con los GDR. Y no es para menos, porque estas entidades esperan en medio de la incertidumbre unos incentivos fundamentales para a pymes, autónomos, administraciones locales y asociaciones del medio rural.
“Son los únicos fondos a los que puede acceder cualquier empresa con independencia de la actividad económica que desarrolle”, recuerda el presidente de ARA, que es la mayor red de desarrollo rural de Europa. Son, de hecho, la mejor oportunidad para emprender, y por tanto, contribuyen a fortalecer el tejido productivo y la identidad territorial, a la vez que se lucha contra la despoblación y se mejora la economía.
En Andalucía, los 47 GDR atienden a 695 municipios del medio rural, de los cuales 522 tienen menos de 5.000 habitantes. “Muchas de nuestras oficinas están en pueblos pequeños a diferencia del resto de entidades que suelen ubicarse en cabeceras de comarca”, explica David Javier García Ostos.
Las ayudas Leader, que cofinancian el fondo europeo Feader y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, es para muchos promotores la última oportunidad de quedarse en el medio rural y emprender su proyecto de vida. Porque con este programa se financian servicios a la población, se mejoran infraestructuras públicas, se apoyan empresas y productos locales, etcétera. “Detrás de cada proyecto hay una historia de valentía y apuesta por el medio rural y eso es básico para garantizar el futuro de nuestros pueblos”, remarca.
No solo eso, sino que se producen situaciones como que, en todo el periodo 2014-2022, territorios rurales como Los Alcornocales, en Cádiz, no han contado con ninguna convocatoria. En cambio, en otras comunidades autónomas, se ha ido a otro ritmo con los Leader. Baste para comparar que en Asturias se han publicado seis convocatorias en esos ocho años, frente a las tres de Andalucía.
Por otra parte, en Navarra, Extremadura, Cataluña y Galicia ya han publicado las bases para iniciar la selección de los GDR y la ayuda preparatoria para el marco 2023-2027. En el caso de Andalucía, este proceso se ha iniciado con una consulta previa a la elaboración de la normativa que regulará esto. “Confiamos en que esta se publique antes de que acabe 2022”, apuntan desde ARA. Precisamente, con respecto a la programación 2023-2027, desde ARA se trabaja en el diseño mediante documentos de trabajo que marcan a la administración el camino del Leader que los GDR quieren en sus territorios.
Cabe recordar que se trata de la única política pública europea que aplica la participación ciudadana en la gestión de fondos. El apoyo a esta metodología ha llegado desde las instituciones europeas: el Tribunal de Cuentas y el Comité Económico y Social de la Unión Europea han reconocido que la gestión de estos fondos en manos de la ciudadanía es la forma más eficiente. Y así lo llevan haciendo desde hace tres décadas los GDR.