En junio de 2025, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de julio Día Mundial del Desarrollo Rural, reafirmando su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La celebración del Día Mundial del Desarrollo Rural sirve también para dar visibilidad a las voces rurales, movilizar los esfuerzos en pro del desarrollo y renovar el compromiso colectivo de no dejar a nadie atrás, ni siquiera en los lugares más remotos del planeta.
Casi la mitad de la población mundial reside en zonas rurales, donde cuatro de cada cinco personas viven por debajo del umbral de la pobreza. La mayoría depende de la agricultura para su sustento, cultiva los alimentos que consumimos y protege nuestra biodiversidad. A pesar de su papel vital, la población rural se enfrenta a grandes travas: el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la desigualdad y la falta de acceso a buenas infraestructuras, conectividad, educación, atención sanitaria y servicios básicos.
En junio de 2025, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de julio Día Mundial del Desarrollo Rural, reafirmando su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La resolución subraya que la pobreza rural sigue siendo un gran obstáculo para el progreso económico, social y medioambiental sostenible, y la necesidad de atajarla.
En esencia, la resolución es un llamamiento a acabar con la carga desproporcionada de la pobreza, el hambre y la exclusión que soportan las comunidades rurales, especialmente las mujeres, los pueblos indígenas y la juventud. Destaca el papel vital de estos grupos en el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la gestión ecológica, y pide que se les empodere mediante el acceso a la tierra, el trabajo digno y la inclusión en la toma de decisiones. Con un enfoque integrado del desarrollo rural que abarca los conocimientos tradicionales, la igualdad de género y la inclusión digital, la resolución prevé un futuro en el que la prosperidad rural ya no sea un ideal inalcanzable, sino un logro mundial compartido.
La celebración del Día Mundial del Desarrollo Rural sirve también para dar visibilidad a las voces rurales, movilizar los esfuerzos en pro del desarrollo y renovar el compromiso colectivo de no dejar a nadie atrás, ni siquiera en los lugares más remotos del planeta.
El desarrollo rural no es solo una cuestión geográfica, tiene que ver con la pobreza, la desigualdad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad mundial.
Estas situaciones requieren inversiones para que nadie se quede atrás.
A menos de cinco años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el camino que queda por recorrer sigue siendo incierto y frágil, lo que convierte al Día Mundial del Desarrollo Rural en algo más que una fecha en el calendario. Debe ser un momento de reflexión global, un alto en el camino para pensar y cambiar de rumbo. Es un llamamiento a la comunidad internacional para que se asegure de que las comunidades rurales, a menudo ignoradas y sin acceso a los servicios que necesitan, se conviertan en el corazón del progreso sostenible.
Fuente: Naciones Unidas