A lo largo de este año, con motivo del 30º aniversario de la metodología LEADER, desde la Red Española de Desarrollo Rural hemos querido conocer las experiencias LEADER más enriquecedoras de estos últimos años entre los grupos de acción local y las redes territoriales que forman parte de REDR. Para ello, hemos pedido a diferentes referentes territoriales que describan su propia experiencia con LEADER a lo largo de tres décadas.
Recogemos el testimonio de Juan José Saucedo, gerente del GDR Campiña y Los Alcores de Sevilla.
Mi primer contacto con la metodología LEADER fue como economista; ya había tenido conocimiento de LEADER desde una visión muy incipiente, pero de forma más práctica, fue cuando dejé el sector financiero por el del Desarrollo Local. En 1994, comencé a trabajar en la Sociedad para el Desarrollo de Carmona, donde tuve la suerte de promover como técnico proyectos de desarrollo local viviendas, polígonos industriales, ayudas a empresas y ayuntamientos, bajo la dirección de Fidel Gayoso y, más concretamente, bajo la metodología LEADER, de la mano del Gerente, que me puso en contacto con Iniciativas Comunitarias de Estepa Sierra Sur, donde Juan García Baena nos abrió las puertas y nos enseñó en la realidad cómo funcionaba un GDR.
A nivel formativo, realicé el Master de Desarrollo Local del IDR y la Universidad de Sevilla, y así fue como tuvimos los conocimientos y experiencia suficientes para presentar un proyecto de futuro desarrollo rural ideal que los Ayuntamientos abanderaron ante la sociedad de la comarca. De ahí surgiría una asociación, es decir, el Grupo de Desarrollo Rural de la Campiña y Los Alcores de Sevilla, donde comencé a trabajar en 1997 con el programa PRODER, y a partir de ahí hasta ahora con LEADER 2014-2020.
Lo que más me atrajo de LEADER es que el territorio pueda decidir hacia dónde quiere ir: la filosofía participativa de abajo hacia arriba es única en el diseño de políticas de aplicación en el territorio. De hecho, hoy, 30 años más tarde, la Unión Europea lo está usando en innumerables líneas de actuación y de todo tipo de fondos (FEDER, IFOP, FSE, etc.). La parte que más disfruto de mi trabajo es la dinamización y la elaboración de un proyecto consensuado, con los agentes del territorio públicos y privados, con el que poder trabajar durante el período de programación.
“Aposté por LEADER porque me encanta trabajar con personas y entidades, programar, alcanzar consensos…y sobre todo poder hacer sentir partícipe a toda la comarca de los logros del GDR”
De manera personal, LEADER me ha aportado una satisfacción inigualable; de hecho, continué mi formación con el Máster en Desarrollo Rural de la Universidad de Córdoba para mejorar mi formación y poder afrontar los nuevos diseños de Estrategia que nos exigía los nuevos programas, y día a día, sigo intentando aprender, sobre todo de los demás GDR y personas que trabajan en ellos, para que cada nuevo período de programación contribuya a que el propio territorio crea que es “posible que sus aportaciones no caigan en saco roto”. Lo más importante es que cuando se cierra el programa, los resultados siempre han sido mayores que los esperados inicialmente.
Algo muy importante que ha aportado LEADER en mi territorio es la unidad de acción de los Ayuntamientos como máximos representantes del sector público y del sector privado. Se ha creado un consenso que nos permite dejar al GDR independiente de los innumerables cambios políticos que ha habido en la comarca.
Se ha producido un efecto aprendizaje en muchos ámbitos, poniendo en marcha proyectos exitosos de una localidad en otra, aprovechando el efecto demostración, tanto en la gestión como en el aprovechamiento de espacios o edificios municipales. De igual manera se han montado proyectos empresariales similares en localidades diferentes sin que entraran en competencia, por ejemplo, centros de educación infantil o centros de atención a personas con necesidades especiales.
Hemos potenciado los proyectos con “Calidad Rural”, no solo en los servicios, sino también calidad desde el punto de vista de pertenencia al territorio, desde el punto de vista medioambiental y social, y estableciendo unos planes de mejora que nos permitan abordar de manera transversal las cuestiones medioambientales, de género y juventud (Planes de Gestión Medioambiental, Planes de Igualdad, carreras profesionales para jóvenes, etc.).
Sí es cierto que estos cambios no son del calibre que se necesita en la comarca, porque esto está limitado por los escasos fondos que disponemos.
“LEADER es la única forma de aplicar políticas territoriales de manera participativa, democrática, transparente, cooperativa y sobre todo con una diversidad de agentes que no existe en ningún otro ámbito”
En otros programas o políticas, se pueden conceder ayudas a empresas, a ayuntamientos, a asociaciones, etc. pero en ningún caso estas entidades participan en el diseño dichos programas o políticas, como sí ocurre en LEADER, que es lo más importante, y por ello es la mejor manera de respetar las diversidades de cada zona sin menoscabo de recursos entre territorios
El aspecto más importante de LEADER que no se puede medir en datos es la generación de confianza de las personas y entidades en el GDR: una vez que lo conocen se dan cuenta de que estamos para ayudarlos en todo; en la definición y mejora del proyecto; en la búsqueda de financiación; en el acompañamiento a los promotores para resolver todos los problemas que surgen.
Recuerdo que en una entrevista que hizo la cadena SER a una serie de promotores nos calificaban como “los que pagan las ayudas en 15 días”, o “los que te persiguen para pagarte la ayuda”. Hoy día esto ha cambiado y desde que nosotros no somos los responsables de los pagos se ha demorado mucho por lo que estamos teniendo que volver a generar confianza.
Respecto al futuro de LEADER, me gustaría volver a ser lo que fuimos. Con esta frase sería ideal que aprendiéramos de nuestros éxitos y de nuestros errores pasados; está claro que, cuando el GDR disponía de los fondos, era mucho más ágil, y no por ello se disminuía el control sobre los proyectos. Además, teníamos más apoyo de las entidades financieras y del territorio porque no nos veían como meros tramitadores. También, que se dotara de más fondos a los GDR, de manera que pudiéramos recibir, aunque fuera una mínima parte de cada una de las políticas de base territorial, de manera que esos fondos se pudieran distribuir en el territorio respetando la voluntad de las gentes de la zona. Esto demostraría la eficacia de la metodología Leader en el Desarrollo Rural y se exportaría a otros ámbitos como el turismo, restauraciones patrimoniales, etc. En definitiva, todo lo que tocamos actualmente, pero financiado no solo por la Consejería de Agricultura, sino por el resto de ministerios o de consejerías.
Fuente: Una entrevista de la REDR