Neus Albertos Meri, experta en igualdad
La agente de igualdad Neus Albertos Meri viaja por España reflexionando y compartiendo con otras mujeres herramientas para su empoderamiento porque «lamentablemente seguimos siendo ‘El segundo sexo’ del que habló Simone de Beauvoir». Ayer impartió una formación en la Escuela de Emprendedoras dirigida a ganaderas.
-¿Qué es el empoderamiento?
-El empoderamiento es tener cuantas más herramientas y más contenidos, mejor para poder articular tu vida y colocarte, que esa es la clave, en el lugar que te corresponde y no en el que te quieren colocar los demás, que en caso de las mujeres siempre es inferiorizado, ninguneado, subordinado o, las más de las veces, invisible.
-¿Por qué el taller está dirigido a mujeres cooperativistas a las que se les supone que han querido tomar las riendas de su vida?
-Porque la suposición no es más que eso, y que hayan tomado las riendas de su vida no quiere decir que tengan todos los recursos necesarios para poder desarrollar sus vidas. Porque trabajan dentro, trabajan fuera, trabajan con el ganado, con la cooperativa, todo el rato trabajan, trabajan, trabajan. Y, claro, se cansan, se desfondan y encuentran obstáculos para los que hacen falta herramientas e instrumentos.
-¿Cuáles son esas herramientas?
-La más importante es una misma, lo que llamamos ‘poderes vitales, que son los que tienen que ver con los recursos, las capacidades, las potencialidades, los conocimientos, los que nos van a permitir en cada momento, lugar y situación, sacar de nosotras mismas o adquirir, si no lo tenemos, los instrumentos que necesitamos. Por eso no puedo hacer un listado porque en cada momento nos van a hacer falta una serie de cosas.
-¿Y ellos no necesitan esas herramientas? Porque está haciendo referencia a herramientas interiores, a la autoestima.
-Claro porque ahí es donde radica el poder. Los varones no tienen la autoestima tocada. Ellos están colocados en el mejor lugar del mundo, que es el del dominio y el del poder.
-¿Por qué nosotras sí?
-Porque para ser subordinadas históricamente tenían que dañarnos la autoestima y expropiarnos. Incluso a las que nos comemos el mundo, a veces el mundo nos come solo con soplarnos.
-¿Cuál es la carencia principal?
-El conocimiento en términos de saber de qué hablas, de tener los datos y los argumentos. Como no sepas explicar lo que quieres, te llevan a las emociones y te comen el terreno en dos minutos.
Fuente: El Comercio