A tan solo 5 kilómetros de Jaén capital y en un extenso olivar ecológico, Diego y Elena han formado una pequeña familia junto a sus caballos, cabras, gallinas y pavos. Pronto, llegará algún cerdito para disfrute de los más pequeños.

Hace cuatro años que Diego y Elena abrieron este espacio en la carretera de la Guardia de Jaén con el apoyo de los fondos europeos LEADER a través del Grupo de Desarrollo Rural Sierra Mágina.

El centro -donde se imparten clases de equitación a cargo de personal especializado y equinoterapia- se completa con una granja escuela y amplias instalaciones para celebraciones, entre ellas, cumpleaños.

Elena cuenta que La Estribera es el proyecto con el que siempre había soñado Diego. “Con 27 años, se compró su primer animal, Rebeca, una magnífica yegua que, hoy día, continúa en la cuadra junto a Rocinante, Rociero, Princesa, Aitana y Alegría”.

Tras la crisis de la construcción y después de muchos años dando forma a su emprendimiento, buscando financiación y formándose en el mundo equino, Diego y Elena abrieron el centro en julio de 2021. “Un espacio donde enseñamos a querer a los animales y a la naturaleza tanto como nosotros”, explican.

Los fondos LEADER que han recibido a través del Grupo de Desarrollo Rural han sido fundamentales para esta familia emprendedora. “Sin estas ayudas habría sido muy difícil abrir”, explica Elena.

“Sin el apoyo de los fondos LEADER y el asesoramiento del Grupo de Desarrollo Rural Sierra Mágina habría sido muy difícil emprender”

La Estribera no es un centro más sino una forma de estar en contacto con la naturaleza y los animales, conociéndola y apreciándola. “La gente valora mucho la ubicación y el enclave en un espacio abierto con cerros y vistas”.

Las personas usuarias disfrutan de una atención personalizada en plena comarca de la Sierra de Mágina con escuela ecuestre, granja escuela, cursos de equitación y, sobre todo, equinoterapia para personas con discapacidad y cualquiera que desee mejorar su salud y bienestar en compañía de animales.

La oferta de servicios se completa con la organización de celebraciones como cumpleaños y escuelas de verano, Semana Santa y Navidad. “muchas familias llegan a nosotros a través de este tipo de celebraciones porque anteponen el contacto con la naturaleza a estar en un sitio cerrado lleno de bolas de plástico. Además, valoran que el centro esté muy cuidado y limpio”.

Elena y Diego se encargan del centro y recurren puntualmente a personal eventual para el resto de actividades que ofertan como celebraciones, clases de equitación, etc.

Gran parte del éxito del negocio se debe a la pasión que Diego y Elena sienten por los animales: disfrutan cuidando los animales y ese cariño y esa alegría contagia a quienes visitan La Estribera.