La presidenta del GDR Aljarafe-Doñana señala que fuerza de LEADER radica en valores que es necesario recuperar, valores claves para afrontar los retos demográficos, ecológicos, energéticos, económicos y sociales que planean sobre nuestros pueblos.
En el preludio de un nuevo marco comunitario, un espacio temporal que en clave de desarrollo rural nos permite reflexionar sobre los difíciles años vividos recientemente y el ilusionante desafío que nos plantea el porvenir; poner en valor el espíritu LEADER es un acto de justicia con un programa que ha sido capaz de construir un nuevo paradigma, más sostenible, dinámico y participado del mundo rural.
Las tres décadas de exitosa trayectoria del popular enfoque “de abajo arriba”, y el impacto que LEADER ha generado en nuestros pueblos, aportando soluciones a problemas endémicos como la falta de diversificación, la escasa valorización de los recursos endógenos, de sostenibilidad o innovación, son algunos de los avales que nos hacen confiar en las prometedoras páginas, aún por escribir, del programa de desarrollo rural europeo.
Por su parte, los Grupos de Desarrollo Rural, con su estructura de partenariado público-privado y su espíritu de consenso, han demostrado que LEADER es además una apuesta por la democracia local en el seno de la Europa rural. Un enfoque indispensable y una fuente de inspiración para otras políticas de la Unión Europea, ejemplo de la Europa de las personas y de la innovación social.
LEADER, instrumento útil de desarrollo sostenible de nuestro medio rural
Como decíamos al principio, en este interludio entre periodos comunitarios coincidente con la celebración del 30 aniversario de ARA, la mayor red territorial rural de Europa y un ejemplo de la fuerza de la cooperación que genera LEADER, y en un escenario de dificultades añadidas vinculadas a la recuperación pospandémica y la inestabilidad geopolítica internacional, tenemos ante nosotros el desafiante reto de volver a hacer de LEADER un instrumento útil de desarrollo sostenible de nuestro medio rural.
Para ello, necesitamos repensar LEADER, mirar a sus orígenes, reforzando algunas de las claves de su brillante pasado, como fueron la confianza, la cercanía, la comunicación, la agilidad programática, la cooperación y la gobernanza y el diálogo territorial. La fuerza de LEADER radica en valores que es necesario recuperar, valores claves para afrontar los retos demográficos, ecológicos, energéticos, económicos y sociales que planean sobre nuestros pueblos.
Volver a la esencia, a ser un laboratorio de innovación rural permanente, aportando a ello la capacidad de resiliencia que hemos adquirido en los últimos años, es la llave que abrirá la puerta de un nuevo y más esperanzador periodo programático. Porque LEADER y los valores intrínsecos a sus señas de identidad (gobernanza, diálogo, agilidad, capacidad de respuesta y acción…) son más necesarios que nunca en un escenario marcado por una continuada multicrisis internacional y los imperativos de la transición climática y de sostenibilidad.
Fuente: GDR Aljarafe -Doñana. Artículo publicado en la Memoria 30º Aniversario ARA